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El diseño es todo un acierto, atractivo, capaz y con personalidad.
El diseño del Citroën C4, cinco claves para el éxito

El diseño del Citroën C4, cinco claves para el éxito

CITROËN C4 ·

El nuevo Citroën C4, fabricado en España, supone la entrada de la marca en el sector de los crossover de estilo urbano y atractivo diseño, con trazos que recuerdan fugazmente al exitoso Citroën GS justo cuando se cumple su 50 aniversario

Alex Adalid

Valencia

Viernes, 26 de junio 2020, 21:10

La línea entre el éxito y el fracaso es muy delgada, y en el mundo del automóvil lo suele marcar el diseño. Citroën siempre ha conseguido evitar ese encuentro, y de hecho ha vendido muy bien coches no especialmente bonitos, como en su día lo fueron el Citroën 'dos caballos' -hoy en día icónico-, el playero Mehari o, más recientemente, el Citroën C4 Cactus, un coche de sorprendentes ventas, aunque no tanto como las esperadas por la marca francesa. Con el nuevo C4 Citroën sustituye tanto al Cactus como al C4 convencional, que en su última e insípida versión dejó de fabricarse hace 18 meses.

Las primeras imágenes del coche, previas a su presentación el próximo 30 de junio, nos muestran un modelo lleno de ingenio desde el punto de vista del diseño.

1 - Plataforma pequeña para un coche grande

El primer acierto se refiere a la técnica, y es que Citroën utiliza en este modelo la plataforma CMP para los modelos urbanos de PSA y no la CMP2 para modelos compactos. El chasis de modelos urbanos es capaz de equipar motores diésel, gasolina y una versión totalmente eléctrica más adecuada para uso urbano que las híbridas enchufables de los coches más grandes de PSA, muy adecuados para largos viajes. Esa plataforma CMP la utiliza PSA en modelos como los Peugeot 208 y 2008, el Opel Corsa o el premium DS3 Crossback, pero esta es la primera vez que lo utiliza Citroën, que se convierte en el coche de mayor tamaño en utilizarla.

La estrategia de diseñar un modelo sobre un chasis de otro de un segmento menor no es nueva, de hecho es la base de los beneficios del grupo Volkswagen que, sobre la plataforma del Golf ha fabricado durante años el Passat o, en la actualidad, una familia de SUVs que van del Tiguan a los Seat Ateca, Audi Q3 o Skoda Karoq. Esta última marca es maestra en lanzar coches grandes con tecnología y precios de coches más pequeños, y de hecho es el punto de partida de su superventas, el Skoda Octavia, un rival del Passat con plataforma totalmente compacta, sin ninguna evolución específica, lo que recorta sus costes y precio final. Por tanto, el nuevo C4 nace con empaque de coche grande, pero con costes de coche pequeño, lo que permitirá precios más competitivos, una de las claves de éxito en un Citroën, y podrá disponer de una necesaria versión eléctrica, además de los motores de combustión.

La aerodinámica es clave para una buena autonomía de las versiones eléctricas.

2 - Apuesta por un segmento al alza

Sobre ese portfolio, el equipo de diseño comenzó a trabajar en el sustituto del Cactus. Citroën ya está en el mercado SUV con los modelos C3 y C5 aircross, e incluso tuvo un C4 Aircross en sus filas sobre la base del Mitsubishi ASX, pero los SUV son coches con capacidad familiar, y hay un tipo de cliente que busca un estilo campero, pero sin necesidades familiares en cuanto a espacio. Sin espacio para otro SUV en la gama, Citroën ha apuntado al sector de los crossover, donde militan modelos de tanto éxito como los Toyota CH-R o Volkswagen T-Roc, y están llegando derivados de turismo como el Kia Xceed o el Mazda CX-30. Ese es el tipo de cliente que Citroën ha puesto en el punto de mira para el nuevo C4: un coche en el que el diseño sea parte capital del éxito.

Además, este tipo de clientes con menos ataduras familiares -muchos son los preciados 'double income no kids' o DINK, como se conoce a las parejas trabajadoras sin hijos- gasta más en sus coches y se decide en muchas ocasiones por el diseño del mismo, por lo que no será extraño que la mayoría de los C4 vendidos sean modelos de la parte alta de la gama y que la versión eléctrica tenga ventas por encima de lo esperado.

La opción eléctrica está presente en el nuevo C4.

3 - Homenaje 'vintage', pero con límites

En este 2020, año de lanzamiento del nuevo C4, se cumplen 50 años de uno de los grandes 'hits', con nada menos que 2.6 millones de unidades vendidas, de la historia de Citroën: el GS. La marca quería homenajearlo con un modelo de estilo retro, pero lo cierto es que el GS no ha perdurado en el tiempo como, digamos, el 2CV o el famoso DS 'Tiburón', y al final el público que va dirigido el coche no reconocía ningún vínculo con el anterior, así que el diseño tiene algunos detalles del GS, pero se ha abandonado incluso la idea original de llamarlo GX, meditada hasta el último momento. Si vemos el perfil de ambos coches, los dos terminan con una trasera alta y cortada casi en vertical, un tipo de diseño llamado 'kammback' que mejora la aerodinámica, como demostró el ingeniero en aerodinámica Wunibald Kamm, al que debe su nombre. Si nos fijamos en los cristales traseros también veremos detalles que recuerdan al GS, también en los faros principales delanteros, de diseño similar aunque tamaño más pequeño, un detalle difícil de apreciar porque todo el protagonismo es hoy para las luces led. El tamaño comedido también es marca en la casa. De los 4,12 metros del GS original se pasa a unas medidas que rondarán los 4,30 metros en este nuevo C4.

El Citroën GS de 1970 era un compacto familiar que ha dejado huella.

4 - Estilo crossover, sin tapujos

La diferencia entre un SUV y un crossover es que los primeros están más cerca del diseño de un todo terreno de antaño y se les supone ciertas cualidades fuera del asfalto. Los crossover son una mezcla entre SUV y turismo y, desde luego, no parecen pensados para circular por caminos de tierra… pero se utilizan las claves de diseño de los SUV en un modelo más sport. En el nuevo C4 aparecen todas. La carrocería es alta con respecto al suelo, pero no en la talla general, de modo que la silueta superior es de estilo 'coupé', con un portón al estilo de los modelos de cinco puertas. Es un diseño que nació con el BMW X6, pero que ya replican decenas de coches porque funciona muy bien en proporciones y en ventas. Se añaden las protecciones de la carrocería, tanto en los pasos de ruedas como en el perímetro inferior, de modo que se 'aligera' el aspecto visual de la carrocería además de darle ese aspecto más SUV. Por último se recurre a una nueva identidad Citroën para los faros delanteros, con los led en forma de V horizontal, con la parte estrecha uniéndose en el logo central de la parrilla. El equipo de diseño ha añadido en este C4 superficies con muchos troquelados tanto en el capó como en los laterales, que recuerdan de algún modo el mencionado Toyota CH-R, una de las referencias de diseño en el sector en Europa. Está dentro de los límites de lo que, para muchos, sería el sobrediseño, aunque la marca debería unificar la identidad de sus pilotos traseros o, al menos, dotarlos de un 'family feeling', los del nuevo C4 son bonitos, pero podrían ser de cualquier otros coche.

El estilo es claramente crossover, atractivo y juvenil, un sector clave para Citroën.

5 - Un interior a la altura

Del salpicadero tenemos únicamente una imagen, pero muy significativa. Citroën se olvida del estilo 'lounge' visto en el Cactus y apuesta por la tecnología… y la ergonomía. Las pantallas sobresalen del resto, con una central enorme, llegada directamente desde la gama DS7, y una digital para el cuadro de mandos que se complementa con el 'head-up display' ya visto en muchos coches de la marca. La buena noticia es que Citroën recupera los mandos físicos del climatizador. En el Cactus eran digitales y estaban integrados en la pantalla, lo que impide su manejo sin apartar la vista de la carretera. Los que aparecen en el nuevo C4, tan convencionales como siempre, son más simples y efectivos. El volante es de nuevo diseño y resulta especial, como siempre en Citroën, con el brazo central dotado de mucha profundidad. En el resto de las superficies se nota una apuesta por la apariencia de alta calidad. El estilo premium impregna este modelo, de modo que el interior nunca hará que el cliente no decida comprarse el coche. Más bien al contrario, complementa muy bien la imagen exterior. Por cierto, el techo de cristal se abre, todo un avance frente al fijo y sin cortina, todo un invernadero, que ha lucido el Cactus estos años.

El interior apuesta por la tecnología sin perder ergonomía.

Con estas cinco claves el nuevo C4 dibuja el futuro de Citroën en un momento clave, ya que algunos analistas consideraban que PSA debería convertir esta marca en rival de Dacia. No ha sido así y la compañía crece en ventas con coches de valor promedio mucho más alto que antes. El nuevo diseño de Citroën va a ser más atrevido, siempre con estilo SUV o crossover, como ya hemos visto también en el utilitario C3, con detalles retro pero también futuristas y con un salto en la impresión de calidad exterior e interior que se refleja en precios más altos, pero aún así competitivos. También es posible que, como Skoda, Citroën se aficione a diseñar coches de segmentos más grandes con chasis y técnica de modelos más pequeños, una solución perfecta para ser competitivos en precio y equipamiento, y es que si Citroën no va a ser un rival de Dacia, nada le impide tomar algunos ingredientes de las recetas que han dado tanto éxito a Skoda dentro del grupo Volkswagen. Todo un acierto.

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