Probamos el nuevo Skoda Octavia iV: Vanguardista y enchufado a los nuevos tiempos

Skoda es una de las marcas de mayor éxito del grupo Volkswagen, con más de un millón de unidades vendidas cada año de las que uno de cada cuatro son Skoda Octavia, es decir, 250.000 unidades. El resultado es que la marca mima a su berlina como a ningún otro coche, como muestra una gama que tiene motores gasolina, diésel, microhíbridos, de gas natural, con cambio manual o automática, tracción delantera o 4x4 y hasta una versión campera –Scout–.

A la gama se unen ahora los híbridos enchufables bajo la denominación iV. El conjunto mecánico es similar al de otros modelos del grupo Volkswagen –Golf, Passat, Seat León o Audi A3, por ejemplo-, y tiene un motor 1.4 turbo gasolina de 150 CV, y otro eléctrico de 116 CV y una potencia máxima conjunta de 204 o de 245 CV, según la versión elegida.

Los dos tienen una batería de 13 kilovatios que se ubica en la parte trasera, restando altura al maletero, que pierde unos 150 litros y pasa de 640 a 490 litros de capacidad, por lo que recomendamos la versión familiar, que solo cuesta 700 euros más, tiene más espacio y, en el futuro, mejor reventa.

La batería se carga en un máximo de cuatro horas y permite recorrer, según la homologación, entre 60 y 65 kilómetros en modo eléctrico, con la velocidad máxima limitada a 140 por hora. En uso real hemos realizado 43 kilómetros con el coche, aunque hay que decir que el invierno afecta a la autonomía eléctrica, al tener conectada la calefacción, el volante calefactable o los asientos del mismo tipo, imprescindibles estos días para aguantar el tipo. En verano, a ritmo normal, será fácil recorrer 50 kilómetros sin gastar gasolina. Un buen detalle es que Skoda entrega dos cables de recarga y los dos caben bien en un hueco específico en el maletero. Como la potencia máxima de carga es de solo 3,6 kilowatios hora, no hace falta instalar cargador en casa, aunque sí es recomendable un enchufe específico para la recarga

En marcha y en modo eléctrico el coche funciona muy bien, con una conducción suave y silenciosa. Destaca la ergonomía del interior, mejor que la del Volkswagen Golf o el Seat León, competidores en precio y que comparten la misma tecnología. Skoda mantiene los mandos de la luneta trasera, desempañamiento del parabrisas y control de velocidad en su sitio, lo que facilita su uso, aunque el climatizador se integra en la pantalla, algo más complejo.

Cuando se agota la batería y entra en juego el motor de gasolina la respuesta es buena, ya que es un motor con turbo, buen par motor y razonables prestaciones, lo que hará que, en carretera, no notemos un gran hándicap frente al Octavia gasolina o diesel, aunque sí un consumo más alto por el peso de las baterías.

Nos dimos una vuelta con el Octavia RS con motor de 245 CV, un acabado que también tiene versión diésel de 190 CV y gasolina de 245 CV. El RS es más firme de suspensión, con estupendos asientos y muy buenos acabados, es un coche que apetece conducir en el día a día, con mejor respuesta que su hermano de 204 CV y prácticamente la misma autonomía eléctrica real, entre 40 y 50 kilómetros, siempre con etiqueta cero.

El Skoda Octavia híbrido enchufable, como todos los modelos con esta tecnología, no es barato. Cuesta 31.600 euros con todas las ofertas financieras en el equipamiento básico y con carrocería cinco puertas, que serán 37.200 en el caso del RS más potente con carrocería familiar, francamente atractivo.