Las versiones N-Line llegan ahora a toda la gama de motores.

Nuevo Hyundai Kona: Más amplio, vanguardista y ecológico

HYUNDAI KONA ·

El SUV urbano crece en tamaño y se convierte en un modelo familiar con la máxima tecnología de la marca, una imagen rompedora, precio competitivo y motores 'eco'

Alex Adalid

Valencia

Miércoles, 19 de julio 2023, 11:42

Parece mentira cómo cambian las cosas en pocos años en el mundo del automóvil, pero en 2017 se presentó el Kona como un SUV pequeño, urbano y con un diseño desenfadado y con una gama de mecánicas muy completa –gasolina, diesel, 4x4– que incluía un entonces rarísimo modelo eléctrico. Hoy, seis años después, el Kona ha pasado de ser un coche de apoyo a la gama a ser uno de los modelos clave a nivel global dentro de una familia SUV que sigue creciendo. Por debajo en tamaño ha aparecido el Bayon, lo que unido al crecimiento del Tucson ha llevado a que la nueva generación del Kona sea, sin perder su imagen vanguardista, un coche más familiar gracias a un tamaño más grande, que le proporciona más maletero, mejores plazas traseras y más espacio interior.

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Diseño con alma española

El diseño es innovador y es obra del equipo liderado por el español Eduardo Jiménez, jefe de diseño exterior en la sede de la marca en Frankfurt y uno de los líderes del diseño mundial de la marca. Al Kona le han dado un aspecto totalmente nuevo, manteniendo la «armadura» que protege todo el exterior con pasos de rueda, pilotos y paragolpes con plásticos de mayor relevancia que en cualquier otro coche del mercado. El protagonismo se lo lleva el frontal, con una parrilla de luz diurna que le da al coche un aire de familia con el Ioniq o el monovolumen Staria. El Kona crece 15 centímetros en longitud, 2.5 en altura y 2.5 en anchura, por lo que es más grande y voluminoso en todas sus dimensiones, pero sin perder la imagen compacta. En el lateral aparecen atractivos pliegues en la carrocería y en la zaga una superficie más lisa que da acceso a un maletero de 466 litros más amplio. La familia Kona incorpora desde el principio la versión N-Line de carácter más deportivo, que además se puede combinar con todos los motores, incluidos el híbrido y el futuro eléctrico, que tendrán así una imagen más atractiva.

Impecable cuadro de mandos delantero, con volante de tres brazos y doble pantalla.

Si por fuera cambia, el interior es revolucionario: la doble pantalla de los últimos modelos de la marca gira ahora hacia el conductor para crear un ambiente más envolvente. Se añade un nuevo volante, el cambio pasa a la columna de dirección y la consola se aprovecha para introducir múltiples espacios para dejar objetos. El volante es de tres radios y el salpicadero más serio y menos «básico» que antes. Obviamente, hay conectividad de todo tipo, carga inalámbrica para el móvil y se mantienen extras como el volante y los asientos calefactables, asientos ventilados, climatizador bizona, etcétera. El espacio delante es claramente más amplio que antes, pero nada comparado con las plazas traseras, donde se acomodan dos adultos con tal comodidad que parece que estemos en un coche de clase superior. El portón trasero, que ahora puede tener apertura eléctrica automática, da acceso a un maletero que, además de capaz, se puede ampliar abatiendo los asientos posteriores en proporción 40/20/40, lo mejor para poder cargar todo tipo de objetos. Eso sí, la banqueta no es móvil, como sucede en algunos rivales.

Hora de poner en marcha, y contamos con varios motores: gasolina 1.0 de 120 CV con cambio manual o automático y etiqueta C, gasolina 1.6 turbo de 200 CV con cambio automático y tracción delantera y total con la misma etiqueta y dos interesantes modelos con etiqueta ECO que serán los superventas en España: 1.0 de 120 CV manual micro-híbrido –5,7 litros cada 100 kilómetros– y 1.6 híbrido de 141 CV –4,5 litros cada 100 km. en la homologación–. El eléctrico llegará más adelante, así que es hora de ponernos en marcha.

El híbrido inicia su marcha con la suavidad habitual. El motor no cambia, con un 1.6 gasolina de 95 CV y una parte eléctrica de 101 CV para sumar los 141 CV disponibles en los momentos de mayor rendimiento. Tiene modo de conducción Eco y Normal, de modo que podemos reducir aún más el consumo alargando los cambios de su caja automática de seis marchas. El coche se nota con más aplomo que antes, y si el Kona era un SUV urbano para salir a carretera de forma ocasional, ahora es más rutero, con más silencio, calidad de rodadura y suavidad de marcha. El consumo, si somos finos con el acelerador, es bajo, entre 5 y 6 litros, pero en autovía no debemos pasar de 120 para mantener las cifras en zona razonable. No hemos recorrido ciudad, pero es donde mejor va a defenderse al recargar su batería de litio.

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Más anchura y altura en la parte delantera.

Muchas ayudas... muy sonoras

Probamos también las muchas ayudas de seguridad, y hay buenas y malas noticias. Las buenas son que funcionan de maravilla: radar anticolisión, mantenimiento de carril justo en el centro del mismo, aviso de coches en el ángulo muerto, cámaras periféricas, cámaras que reflejan la imagen del retrovisor en el cuadro de mandos, aviso para no olvidar objetos o personas en las plazas traseras, aviso de tráfico cruzado... el Kona tiene de todo. La parte menos buena son los avisos sonoros, excesivamente presentes, especialmente si superamos la velocidad que marcan las señales de tráfico, aunque sea mínimamente, o si nos movemos ligeramente del carril sin intermitentes, aunque sea de forma muy sutil. Ambos avisos son regulables en intensidad pero no desconectables, y nos obligan a conducir de forma 'académica', modificando nuestra soltura al volante. Lo demás es sobresaliente, y el Kona híbrido será el superventas de la marca porque ofrece el mejor compromiso entre prestaciones y precio.

Pasamos a conducir la versión turbo de 200 CV, y nos encontramos con un coche más suave y calmado que antes. Aquí es donde realmente se nota que el Kona se ha refinado, con más espacio, confort, equipamiento... aunque echamos de menos el puntito 'canalla' del modelo anterior. Hay que acostumbrarse a los constantes avisos, pero al menos, si ponemos el modo Sport, tendremos más sensaciones al volante, aunque lejos de las que ofrecía el deportivo Kona N de 280 CV, que desaparece de la gama.

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Desde 25.100 euros

El capítulo de precios viene con sorpresa, porque el Kona comienza sus tarifas en los 28.500 euros y llega hasta los 42.500 del 200 CV 4x4. La versión híbrida inicia sus tarifas casi en los 33,000 euros, precios que superan en mucho lo que costó el Kona en su lanzamiento, aunque con las ofertas se quedan entre 25.100 y 37.500 euros. El precio de inicio está en torno a los 25,000 euros, muy poco menos de lo que cuesta un Tucson con 150 CV y con más espacio.

El maletero crece hasta los 466 litros, ampliables a 1.300.

Mientras esperamos la llegada del Kona eléctrico, los híbrido y microhíbrido nos parecen los más recomendables de la gama, y el acabado N-Line, el más atractivo de los cuatro disponibles: Maxx, N-Line, Tech y N-Line Style para el tope de gama.

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