Opel Grandland 2022: Cambios para lucir mejor

El segmento SUV sigue sumando ventas, y a Opel esta vez no le ha cogido con el paso cambiado: Grandland, Crossland y, desde hace unos meses, el nuevo Mokka, hacen que ahora mismo la gama SUV sea la más vendida de la marca. Para mantener el buen momento hay que renovar la gama, y eso es lo que se ha hecho con el modelo más grande, el Granland.

Los cambios no son muchos, pero sí muy visibles, y eso es lo que importa. El frontal tiene un diseño completamente diferente, ya que incorpora una imagen parecida a la del Mokka, y que la marca llama 'Opel Vizor': dos faros estrechos unidos por una parrilla en color negro realmente diferente al modelo anterior. Los faros han mejorado con tecnología led automática más efectiva, y en el centro de la parrilla se incluye, aunque de manera no visible, un radar para la visión nocturna que equipan las versiones tope de gama.

El otro cambio relevante es el el interior, con un nuevo cuadro de relojes digital llamado 'Opel Pure Panel', con el mencionado cuadro y la pantalla central alineados y ligeramente girados hacia el conductor. El sistema multimedia es ahora de mayor calidad, y mantienen los mandos de la climatización en formato convencional, una ventaja para no tener que tocar mucho la pantalla.

El tercer cambio afecta a la gama y estética de los acabados. El Grandland se presenta con un acabado básico para clientes y empresas llamado 'Bussines Line'. El siguiente es el GS Line, con protecciones y llantas en color negro brillante y acabado interior más deportivo. El lujoso Ultimate tiene pintura integral en la carrocería –es decir, protecciones pintadas– , llantas más grandes y un aspecto más elegante.

En la gama de motores dejan de ofrecerse tanto el diesel como el gasolina de 180 CV, por lo que ahora solo hay un motor 'de cada', el 1.2 turbo de 130 CV con caja manual y automática y el 1.5 turbodiesel de 130 CV con cambio automático de ocho velocidades. La joya de la corona son los híbrido enchufables, con 225 CV y tracción delantera o 300 CV y tracción total. Los dos equipan el motor 1.6 turbo gasolina de 180 CV con diferentes motores eléctricos y la misma batería, de 14 kilovatios, para una autonomía de 60 km. en modo eléctrico.

Probamos el diésel automático y, para una conducción relajada por carretera, puede ser la mejor opción para muchos, ya que consume poco, su precio es contenido y el interior, amplio y confortable. El híbrido enchufable es mucho más caro, pero solo en la lista de precios, no en las opciones financieras. En todo caso el enchufable es más potente y veloz, aunque en autonomía eléctrica tendremos que ser suaves con el acelerador para sacarle el máximo partido.

Los precios muestran la diferencia que hay entre las tecnologías, ya que el gasolina se pone a la venta desde 23.600 euros y el híbrido desde 35.600, nada menos que once mil euros de diferencia. Ahora bien, si financiamos sin entrada, el gasolina cuesta 300 euros al mes y el híbrido 275 euros, ya que la marca juega con un alto valor final para el modelo de etiqueta cero, lo que supone una buena oferta.

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