Opel Grandland: Renovación electrificada

La segunda generación del Opel Grandland se consolida como el buque insignia del fabricante del grupo Stellantis. Este modelo crece 17 centímetros con sus 4,65 metros de longitud, e incrementa también sus cotas de anchura y de altura, todo ello asentándose sobre una nueva plataforma disponible en versiones cien por cien eléctrica, híbrida enchufable y de hibridación ligera de 48 voltios.

En materia estética, el nuevo Grandland ofrece un frontal más potente y unos pasos de rueda más grandes y musculosos, con la novedad de la presencia en el frontal del '3D Vizor' con el logotipo iluminado en el centro y un paragolpes en el que destaca una gran entrada de aire en la parte inferior. También estrena ópticas con nuevas animaciones de bienvenida y despedida, mientras que, en la zaga, los pilotos recorren todo el ancho del coche donde incluyen la palabra Opel en la iluminación entre los grupos ópticos laterales y la de Grandland en la zona baja. Se ofrece con carrocería bitono y llantas de 19 y 20 pulgadas.

El habitáculo es muy diáfano y tiene buenos acabados, ofrece una pantalla de diez pulgadas tras el nuevo y bonito volante, y otra central de 16 pulgadas. Debajo de esta aparecen unos mandos táctiles para ajustar algunas funciones de audio y climatizador. Esta mayor carrocería se traduce en un habitáculo más amplio tanto para los cinco pasajeros como para su equipaje. Además, encontramos mucha practicidad en sus compartimentos de almacenaje y en otros elementos como la carga inalámbrica para el móvil o la guantera refrigerada, por ejemplo, mientras que su maletero también crece hasta llegar a los 550 litros.

En cuanto a las mecánicas disponibles, hay una opción micro-híbrida de 136 CV, una variante híbrida enchufable con un motor de gasolina de 195 CV y otro eléctrico de 125, con una batería de 18 kWh y con 85 kilómetros de autonomía eléctrica; y, finalmente, una tercera, completamente eléctrica de 213 CV y una batería de 82 kWh que ofrece hasta 582 km. de autonomía. La oferta eléctrica también dispone de una batería de menor capacidad, de 73 kWh, con hasta 523 kilómetros de rango, y se verá reforzada próximamente con una versión de 93 kWh, que le permitirá rodar cerca de 700 kilómetros.

Probamos, en primer lugar, el micro-híbrido de etiqueta eco en una ruta hacia la Sierra de Madrid. La nueva configuración de los asientos, más mullidos y ergonómicos, y el ajuste de la posición de conducción, nos resulta muy sencillo y confortable.

Pese a ser el de menor potencia, el motor de esta versión está muy bien combinado por un escalonamiento correcto de su caja de cambios, lo que hace que, además de un excelente confort de marcha, se muestre muy dinámico y ágil en todo tipo de trazados. También pudimos conducir, en un corto tramo, el Grandland eléctrico de mayor autonomía y capacidad de batería. Ofrece, además de un sepulcral silencio de marcha, mejores prestaciones que el Hybrid, entregando la potencia de modo lineal y muy progresivo. Y, pese al notable incremento de peso, la parte delantera sigue fielmente el trazado elegido, sin balanceos o inercias no deseadas. A falta de una más exhaustiva prueba, la conclusión de los nuevos Grandland de Opel, es positiva, ya que ofrecen muy buenas prestaciones, una carrocería más amplía y moderna, con una mayor habitabilidad y unas buenas aptitudes de marcha.

Los precios del Opel Grandland parten desde 32.400 euros para el micro-híbrido; 39.450 euros para el híbrido enchufable; y desde 38.850 euros para el cien por cien eléctrico, en estos dos últimos casos sin contabilizar las ayudas del Plan Moves.

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