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El Cayenne afronta su recta final con una gama extraordinaria.
Porsche Cayenne 2024: Despedida desde la cima de los SUV

Porsche Cayenne 2024: Despedida desde la cima de los SUV

PORSCHE CAYENNE ·

El último SUV de la marca con motores de combustión afronta la recta final convertido en uno de los mejores todoterrenos de lujo de la historia del automóvil

Alex Adalid

Valencia

Martes, 9 de enero 2024, 14:11

Sentado en una mesa con sus colegas alemanes, Wendelin Wiedeking pide otra ronda, pero el hostelero le indica que a las 12:30 de la noche dejan de servirse bebidas en ese hotel familiar de la montaña de Girona. El alto ejecutivo, no solo porque es el presidente de Porsche sino por su estatura de 1,95 metros, se levanta y se dirige a la barra, «¿Cuánto vale este sitio? Porque quiero comprarlo y que nos ponga usted otra ronda». «Lo lamento pero no está en venta», responde el propietario del Hotel 'Can Boix'', así que Wiedeking sonríe ante los ejecutivos de la marca y dice: «pues todos a dormir, mañana hay mucho trabajo».

Corre el año 2000, y el comité ejecutivo de Porsche llegó el día anterior en dos helicópteros diferentes –también han volado en vuelos diferentes hasta Barcelona– a Bassella, en Girona, donde se realizan las pruebas del nuevo Cayenne. Están en la parte final del desarrollo del 'Proyecto Colorado', puesto en marcha entre Porsche y Volkswagen para fabricar un competidor de los Mercedes ML y BMW X5, que ya gozan de un enorme éxito en América. Porsche es muy pequeña para afrontar el proyecto de forma autónoma, Volkswagen no sabe si podrá venderlo a un precio que amortice esa enorme inversión, por lo que han unido fuerzas para un proyecto del que nacerán el Touareg, el Cayenne y, más adelante, el Audi Q7, pero den ese momento muchos en Porsche temen –y desde fuera muchos lo esperan– que el SUV de Stuttgart sea un sonado fracaso porque, ¿qué amante de los deportivos va a comprar un SUV a esta marca?

Triple pantalla y cuadro de relojes del Taycan en el renovado SUV.

La venda antes de la herida

Para minimizar las mínimas críticas, lo que no puede ocurrir jamás es que el cliente de un Porsche se ve superado por coches de menor empaque, incluso fuera de carretera, así que hay cinco equipos de desarrollo llevando el coche al límite: uno en el desierto de Dubai, otro en la nieve de Suecia, otro en el asfalto del circuito de Nürburgring y otro en las carreteras de los Alpes austriacos, exprimiendo las cualidades del coche, ya que es Porsche la encargada del desarrollo y Volkswagen la que hará la producción. El quinto está en las pistas de pruebas de Bassella, en Girona, donde los Cayenne completamente camuflados se deslizan por caminos embarrados y rampas inclinadas llenas de piedras, agua y nieve. Ahí se decide la necesidad de un diferencial central bloqueable unido a otro trasero opcional, una suspensión neumática que eleva el coche hasta los 27 centímetros del suelo y una caja de reductoras. Los ejecutivos de Porsche, con Wiedeking a la cabeza, validan el coche. El Cayenne está listo para salir al mercado, se presentará en 2002 en el Salón de París y veintiún años después se han vendido más de 1.250.000 unidades de las tres generaciones disponibles.

Wendelin Wiedeking, artífice de este proyecto y del Panamera, ya no está en la compañía: un buen día decidió que Porsche –200.000 coches al año– podría comprar Volkswagen –más de 4.000.000 de unidades–, pero la frase «quiero comprar esto» tampoco funcionó, y Porsche terminó absorbida por el gigante alemán, Wiedeking tuvo que recoger sus cosas y marcharse a casa. Aún así su legado es enorme.

Asientos delanteros de gran agarre y confort.

Auténtico todoterreno

El nuevo y último Cayenne en edición 2024 es espectacular, se pone a la venta desde 108.000 euros y la marca ofrece hasta cinco motores diferentes: los V6 y V8 gasolina de 354 y 475 CV, los dos con turbo, claro; el V6 híbrido enchufable con hasta 74 km de autonomía homologada y 470 o 519 CV y un Cayenne GT V8 híbrido enchufable sólo con carrocería coupé que alcanza los 720 CV y cuesta más de 250.000 euros, todo un deportivo del que, por cierto, hay mucha demanda.

En la renovación se ha cambiado el frontal, con nuevos faros, paragolpes y parrilla, mientras en la trasera la matrícula pasa al paragolpes y aparecen nuevos colores. La verdad es que, si no hemos visto el Cayenne anterior, es difícil distinguir al 'nuevo', cuyo diseño luce 'veterano' frente a las propuestas de Aston Martin o Ferrari, pero competitivo frente a Mercedes o BMW, sus rivales más habituales.

Digitalización más sencilla

Por dentro es otra cosa, ya que la digitalización sigue avanzando: tiene el cuadro de relojes del Porsche Taycan eléctrico, nuevas pantallas central y para el pasajero, una botonera simplificada y es aún más silencioso, si cabe, que antes. Sus componentes son de máxima calidad y la marca ha retocado la mecánica y el chasis, sobre todo en la versión Hybrid, con batería de 26 kWh y más de setenta kilómetros de rango, lo que lo hace muy utilizable en el día a día. La suspensión neumática es opcional, como lo es el eje trasero dirección o la suspensión de dureza variable y estabilizadoras desconectables. En carretera va como un tiro en cualquier versión, y no sorprende que el público elija el híbrido menos potente, con 470 CV, como el más vendido. Es silencioso, rápido, ágil. El tacto de dirección y frenos es muy directo y hace que llevar este coche sea muy fácil, apenas se notan algunas inercias y sí muy buena respuesta a nuestros deseos. El V6 'a secas' también corre... hasta que nos subimos al V8, que es excepcional, con un sonido de los que enamoran –y eso que suena poquito, no le vendría mal un escape extra– y una conducción que requiere más concentración con los radares, especialmente con los de tramo, que con la carretera, donde va casi 'solo'.

La versión Coupé GT tiene 740 CV, motor V8 y es híbrido enchufable.

En el interior el espacio es enorme, se mantiene el arranque a la izquierda del volante y las agarraderas centrales típicas del Cayenne. En la parte trasera hay espacio de sobra para dos adultos o niños 'de veinte años' e incluso tres pueden ir cómodos, y el maletero es gigante, con hasta 772 litros sin abatir los asientos, además tiene una gran superficie, todo ello en un SUV que no peca de gran tamaño –4,93 metros–.

El modelo se pone a la venta por 108.000 euros en versión V6, que es mucho dinero incluso para un coche como este, lo que nos hace pensar en los 55.000 euros que costaba el Cayenne V6 en el ya lejano 2002, los 62.000 del Cayenne de 2010 o incluso los 87.000 euros que costaba este mismo modelo cuando salió en 2017. Pero si miramos a su alrededor, el Cayenne sigue siendo muy competitivo, con una gran fiabilidad, buen valor de reventa y una longevidad que hay que tener en cuenta. Un Cayenne dura muchos años porque el coche es muy satisfactorio y no tienes ganas de cambiarlo, si quieres conducir rápido va muy rápido, si crece la familia es muy amplio y, por su tecnología, no parece que se vaya a quedar obsoleto. Desde ese prisma, un Cayenne E-Hybrid Coupé con etiqueta cero por 115.000 euros parece una compra incluso razonable, pero sobre todo, muy satisfactoria, una opción que no está disponible en su hermano pequeño, el Macan.

Además este el último Cayenne de gasolina, porque el siguiente será totalmente eléctrico, y seguro que está lleno de cualidades, pero no serán las mismas de este, todavía muy carismático y cuyas generaciones anteriores ya se revalorizan. Una opción perfecta para viajar sin preocupaciones de espacio, prestaciones ni de restricciones de tráfico.

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