Probamos el Citroën C4 X: Crossover, sedán y 'made in Spain'
CITROËN c4 X ·
La marca se la juega con una berlina con rasgos ‘camperos’, motores eléctrico, gasolina o diésel y un aire alto de gama con el que conquistar a los que ya no quieren un SUVSecciones
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CITROËN c4 X ·
La marca se la juega con una berlina con rasgos ‘camperos’, motores eléctrico, gasolina o diésel y un aire alto de gama con el que conquistar a los que ya no quieren un SUVCitroën siempre hace algunas cosas al contrario del mercado, arriesga y muchas veces triunfa. Con el C4 Cactus le dio a un coche utilitario un estilo SUV con un interior minimalista y un exterior lleno de plásticos para mitigar los golpes y… ¡acertó! y aún así su sustituto, en lugar de ser un C4 Cactus ‘plus’ cambió por completo por al actual C4, que se pasó al estilo crossover.
El modelo también está triunfando, ya que tiene el tamaño de un compacto pero es algo más alto y de estilo más desenfadado, y tiene un precio muy bueno, desde 21.500 euros. Para ello, utiliza el mismo chasis que llevan el Peugeot 2008, Opel Mokka o el mismísimo DS3, una plataforma que le permite disponer de motores gasolina, diesel o eléctrico.
El C4 se enriquece ahora con una nueva y atractiva versión, y es que la marca, en lugar de lanzar un SUV o un familiar, se arriesga con un sedán, un tipo de carrocería tan en declive que apenas existen rivales en el mercado, pero que Citroën vaticina que volverá porque su mejor aerodinámica reduce el consumo y alarga la duración de la batería de las versiones eléctricas. El modelo sirve, además, para sustituir al Citroën C-Elysée pero, ¿qué es exactamente el C4 X? ¿Una berlina? ¿Un crossover?
Un dato que parece poco relevante para el comprador pero que a nosotros nos gusta dar es que el coche se fabrica en España, en la planta de la marca en Madrid, y eso es importante, porque la postventa y la llegada de recambios siempre va a ser casi inmediata en caso de accidente o avería. Lo es también porque ahora que se apuesta por los coches fabricados en China, también podemos tener un coche económico fabricado en España, donde la marca también produce el C3 Aircross en Zaragoza y el Berlingo en Vigo.
Dicho esto, pasemos al coche en sí. El C4 estira su carrocería de 4,36 a 4,60 metros para albergar un largo maletero. Crece en longitud en 24 centímetros, pero no se modifica la distancia entre ejes, de modo que el espacio para los pasajeros es parecido. La zaga se integra muy bien en la carrocería: corta, alta, compacta y con alerón en el propio portón, la marca ha trabajado el enrasado de los cristales y la aerodinámica para mejorar el consumo, aunque lo que más gana es en volumen de carga, de 380 a 510 litros. Además de su notable tamaño destaca su forma interior, con mucha anchura en su parte final y buena superficie, toda una delicia para los taxistas.
Por dentro el único cambio es de espacio en las plazas traseras, que pierden un poco de altura. La marca ha querido dar un aire alto de gama a su coche, y en las unidades más equipadas aparecen los asientos calefactables, con regulación eléctrica –excepto en recorrido longitudinal–. y función masaje. Hay carga inalámbrica para el móvil, conexión con pantalla inalámbrica, mandos en el volante, ‘instrumentación en el parabrisas, tomas USB...
El C4X se vende con tres motores: gasolina 1.2 turbo de 100 CV manual o 130 CV automático , turbodiésel de 130 CV automático y eléctrico de 136 CV con tiene 360 kilómetros de autonomía. Empezamos por el último, que supondrá un tercio de las ventas el primer año, cantidad que irá en aumento conforme se vaya imponiendo la movilidad eléctrica.
El modelo tiene las mismas cualidades del C4 eléctrico, es decir, batería de 50 kilowatios-hora de capacidad y 360 kilómetros de autonomía total, que aumenta ligeramente gracias a la mejor aerodinámica. Se conduce con suavidad, pero se echan de menos levas en el volante para retener con más confort, ya que insertar el modo ‘brake’ que aumenta la retención en las frenadas exige pulsar un pequeñísimo botón junto al selector del cambio, que ya no es una palanca –como tampoco lo es en el C4 de cinco puertas– Por lo demás acelera de forma correcta, ya que el motor rinde 110 CV hasta que activamos el modo sport, cuando rinde 136 CV. El consumo es ajustado, con menos de 16 kwh cada 100 kilómetros, y podemos alcanzar los 400 km de rango en ciudad. Va muy bien, pero echamos de menos que incorpore las últimas novedades de los modelos de Stellantis con esta plataforma, que se están actualizando ya a motores de 156 CV y baterías de 54 kw para superar los 400 km de rango. Con todo, con 35.600 euros de precio antes de las ayudas del Moves, que lo dejaría en 28.600, nos parece la mejor oferta de la gama.
El segundo mejor motor es el gasolina de 130 CV. Suavidad, potencia y bajo consumo se dan cita en un coche fácil de conducir y con alto nivel de confort a bordo. Tiene etiqueta C, ya que Citroën no necesita de los mecanismos micro-híbridos para reducir sus emisiones, y como solo en España se da la etiqueta eco a los micro-híbridos, Citroën aún no lo incorpora. Nos tendremos que conformar con la etiqueta ‘normal’, lo que es una pega para las ciudades que ya tienen zona de bajas emisiones, pero por lo demás es una delicia, especialmente con la caja automática de ocho velocidades fabricada en Japón por el proveedor Aisin. El consumo oficial, 5,7 litros cada 100 km. se asemeja bastante al conseguido en uso real.
El tercer elegido es el diésel, algo más ruidoso pero con esa fuerza y prestaciones en carretera más adecuadas para un uso intensivo. Es recomendable solo para los que realizan muchos kilómetros fuera de la ciudad, ya que, como todos los diesel actuales, equipa un filtro que necesita adBlue y que hace que gaste más y tenga más averías, el coche es más caro y el gasoil también así que es solo para unos pocos.
Por lo demás, el C4 tiene topes de suspensión hidráulicos, que tienen un mayor confort de marcha, y un buen nivel de equipamiento en toda la gama, que hace que coger las versiones más equipadas salga ‘a cuenta’.
Los precios son muy competitivos, y el X está a la venta desde 22.700 euros, unos 500 euros más que la versión ‘normal’ del C4. Se ofrece con tres niveles de equipamiento: Feel, Feel Pack y Shine, con una amplia gama de colores y numerosas opciones. El C4 X es la única berlina de su clase y casi de este segmento y del superior, por lo que si nos gusta la silueta sedán o buscamos un coche de este estilo, es el único modelo a la venta.
¿Hubiera sido mejor un C4 familiar? Seguramente sí, pero ese cliente, según la marca, queda cubierto con los C3 y C5 Aircross, por lo que el C4 X busca un nuevo tipo de público al que Citroën ofrece una silueta diferente, un muy buen aspecto exterior y una versión eléctrica que resulta de lo más atractiva. ¿Suficiente para triunfar? Lo veremos en los próximos meses.
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