La imagen del Mokka cautiva, y su interior es amplio para el día a día de hasta cuatro pasajeros.

Probamos el Opel Mokka-e, un SUV eléctrico con corazón

Opel mokka-e ·

Muchos coches eléctricos se compran con la calculadora, pero el Mokka 'e' se compra con el corazón, aún más con las actuales tarifas y promociones de la marca

Alex Adalid

Valencia

Domingo, 30 de enero 2022, 20:20

Nació en 2020 y tuvo un 2021 que puede pecar de discreto, pero la realidad es completamente opuesta, y es que a Opel le llovieron los pedidos, y la marca apenas ha dado abasto para fabricar todos los Mokka solicitados. Ahora, con su producción más estable –todo lo que lo permiten los chips y el coronavirus– el Mokka empieza a ser más conocido en nuestras calles pero ¿qué tiene de nuevo este Opel?

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Pues… prácticamente todo. El modelo estrena la nueva imagen de la marca, y eso se nota, con un diseño simplemente espectacular, muy inspirado en un prototipo –y esto siempre es bueno– llamado GTX y del que el Mokka ha heredado casi todo: la nueva parrilla delantera, los faros estrechos, pasos de rueda, cromados, colores…

Lo mejor de este cambio de imagen es que Opel no ha perdido ninguna de sus cualidades habituales, como un buen espacio interior, ergonomía, confort o tecnología, simplemente ahora es aún más llamativo y atractivo.

El Mokka mide 4,15 metros, y se sitúa en el segmento de los crossover urbanos con aire deportivo, donde podemos situar al Ford Puma, Hyundai Kona o Nissan Juke, dejando los de corte más familiar –Peugeot 2008 o Renault Captur– como competencia del SUV Opel Crossland. El tamaño del Mokka le permite ser un perfecto coche por la ciudad pero, a la vez, tener suficiente espacio para viajar por carretera.

El eléctrico, una gran opción

Técnicamente se ofrece con motores gasolina, diésel o eléctrico con el mismo aspecto exterior. Lo mejor es que cada cliente elija su mejor opción según el uso, pero el eléctrico es ahora mucho más interesante por que Opel lo ofrece al mismo precio en su financiación que los modelos gasolina y diesel, es decir, por 215 euros al mes.

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Interior con tecnología, pero muy fácil de usar.

El Mokka-e tiene una batería de 50 kilovatios y una autonomía de 340 kilómetros, ya que consume unos 17 kilovatios cada 100 kilómetros. Esto lo hace apto para la ciudad y para recorridos interurbanos del día a día, pero no tanto para viajar, donde tendríamos que 'recargar' cada 250-270 kilómetros más o menos para viajar tranquilos. El problema no es el coche en sí, sino que en España aún no hay una amplia red de recarga en carretera y no sabemos si cada esos 250 kilómetros habrá punto de recarga.

Por tanto el Mokka 'e' es ideal como segundo coche de la casa, y lo mejor para usarlo sin pegas es tener un punto de recarga propio, que no tiene mayor problema en una casa unifamiliar… ni tampoco si tenemos plaza de garaje en nuestro mismo edificio, aunque instalar el cargador tenga un coste un poco más alto.

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Suave y sencillo

En marcha, el Mokka-e, como todos los eléctricos, es suave y fácil de usar. Nos gusta más porque tiene menos prestaciones. Sí, han leído bien. Casi todos los eléctricos aceleran mucho y, a veces, pueden asustar a los conductores menos avezados. Lo mejor del Mokka es que, aunque acelera mucho, lo hace como un coche 'normal'. La misma sensación tenemos al levantar nos al pie del acelerador, momento en el que el Mokka pierde velocidad al mismo ritmo que en un coche 'de toda la vida'. Son pequeños detalles que hacen que para conducir el Mokka no haya que cambiar 'el chip', y eso facilita su uso a los hogares que tiene dos coches y que pasan de uno a otro según las necesidades de cada momento.

En busca de la mejor oferta

Por dentro el Mokka sorprende con dos grandes pantallas digitales unidas en el salpicadero y una ergonomía muy buena, con mandos del climatizador manuales fáciles de usar y detalles 'premium' como los asientos y volante calefactables o la carga inalámbrica del móvil. Faltan algunos detalles, como el sistema 'auto-hold' que frena el coche cuando hemos parado en un semáforo para no tener el pie en el freno, pero en general el ambiente es muy moderno y funcional. Detrás dos pasajeros viajan bien, y la única pega es un maletero que, si bien no es pequeño, porque tiene 310 litros, sí es más ajustado que en sus rivales.

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El precio del Mokka eléctrico es competitivo… pero hay que saber buscarlo y ayudarnos de las ayudas del Gobierno: 4.500 euros y el 70 por ciento del cargador para todos los compradores, y 2.500 más si entregamos un coche usado para el desguace. Si vamos a la web de Opel veremos tarifas entre 35.000 y 42.000 euros, elevadas para un 'segundo coche' de la casa. En cambio tanto las promociones como las unidades matriculadas tienen precios muy llamativos, en el entorno de los 25.000 euros ¿la mejor opción? Buscar las ofertas en las webs habituales y en los concesionarios pero, cuidado, ¡el Mokka es un coche que enamora!

Con 4.15 metros de largo, el maletero tiene 315 litros de capacidad, suficientes, pero algo ajustado.
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