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S. M.
Lunes, 12 de junio 2023, 20:00
Cualquier sonido que esté por encima de 65 decibelios de día y 55 decibelios de noche es perjudicial para nuestra salud, algo que más de la mitad de los españoles tiene que sufrir a diario, según la OMS. Y en la mayoría de los casos lo produce el tráfico, y es que el 80% del ruido ambiental que se produce en las ciudades lo causan los vehículos y entre ellos, para algunas personas, no hay ruido más desagradable que el del tubo de escape de una moto circulando por una calle, algo que, además de molestar puede tener como consecuencia llegar a acarrear una sanción.
Y es que, según AMV, siete de cada diez moteros desconoce a partir de cuántos decibelios te pueden multar y cuánto es el importe de esta. En concreto, el exceso de ruido de las motos está directamente relacionado con el sistema de escape cuya función es evacuar hacia el exterior del motor los gases que se producen en la combustión de la gasolina, mejorar el rendimiento del propulsor, retener partículas contaminantes y disminuir el ruido generado por el motor.
Por ello, el primer motivo de un mayor ruido del sistema de escape es una avería del silenciador. Y el segundo es debido a modificaciones que hayamos hecho en nuestra moto, las principales son reemplazar el escape original por otro con el objetivo de incrementar el rendimiento del motor, con el riesgo de producir más emisiones acústicas de las permitidas. Y circular con el escape libre, es decir: sin silenciador.
Como ya se ha comentado, no cumplir la normativa del ruido de moto es motivo de sanción. Y si los agentes de tráfico exigen realizar una comprobación de las emisiones acústicas, el Reglamento General de Circulación deja claro que los conductores no pueden negarse y deben colaborar. Si nuestra moto o ciclomotor emite más decibelios que los permitidos, los expertos de AMV advierten que nos arriesgaremos a que nos sancionen con una multa económica de un mínimo de 200 euros, pero puede llegar a los 600, la cuantía de la sanción varía en función de la ordenanza municipal. Además, los agentes nos podrán inmovilizar el vehículo, esto supondrá que deberemos de llevarla hasta un taller para que nos pongan un silenciador nuevo o nos cambien el tubo de escape, con los gastos que esto supone.
Un dato a tener en cuenta es que, en el futuro, poco a poco, se irán instalando radares de ruido para detectar a los vehículos que incumplen la normativa.
Para poder saber si nuestra moto excede los niveles marcados por la ley los agentes utilizarán un sonómetro homologado, deberemos tener el motor en marcha y estar en punto muerto. Iremos acelerando hasta llegar a las revoluciones por minuto que aparezcan en nuestra tarjeta de la ITV o las que marque nuestra ficha técnica del vehículo. Si no tenemos esta información tendremos que llegar, como máximo a 4.500 rpm. Si tenemos alguna avería en el tubo de escape o modificación que no haya sido comunicada en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) que haga que nuestra moto supere el límite de decibelios permitidos seremos multados. Estas averías o modificaciones también podrán ser detectadas en la revisión de la ITV.
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