Skoda Enyaq Coupé: Un infiltrado en la clase SUV premium

Skoda se ha venido arriba, y es que la marca de coches económicos del grupo Volkswagen ha visto como su clientela elige cada vez versiones más caras y equipadas, es decir, no estaban comprando los coches por su precio sino por la relación entre el precio y lo que ofrecen a cambio. Con esta estrategia el lanzamiento del Kodiaq fue un gran éxito, y se consolidó, junto al Superb, como dos de los modelos favoritos entre los de tamaño grande en Europa, ‘rascando’ muchas ventas a otras marcas, y especialmente a la matriz del grupo Volkswagen, y todo ello dejando también en el frente de batalla una gama de coches económicos como el Fabia, el Kamiq, el Octavia o el Karoq.

De cara la lanzamiento de su primer eléctrico, Skoda decidió alinearlo con sus coches ‘caros’, y así llegó el Enyaq, un SUV de gran formato que se está vendiendo muy bien en el mercado europeo –55.000 unidades en 2022– gracias a su conjunción de diseño, espacio, tecnología y precio.

A ese modelo, que ya es un éxito, se le ha sumado una versión coupé, y es algo insólito porque es el primer ‘coupé’ de la marca en muchos años, atacando un segmento del mercado que debería ser, en el grupo y por este orden, para Audi, Cupra, Volkswagen y, finalmente, Skoda, pero donde la marca checa está ya presente ¡y con todo un cochazo!

La firma no se ha andado por las ramas y, para realizar el primer SUV coupé se ha empleado a fondo cambiando no solo su diseño, sino también parte de su planteamiento comercial. Si el SUV de cinco puertas es muy racional y poco emocionante, en el coupé las tornas cambian, y no solo resulta atractivo, sino que las versiones RS y el color de lanzamiento le aportan el plus de picante que hace que este coche de más de 60.000 euros no nos parezca –tan– caro.

Para empezar la carrocería baja ligeramente su altura y se inclina en la zaga para obtener una caída que mejora la aerodinámica, convirtiendo al Enyaq coupé en uno de los diez coches con mejor efectividad del mercado, lo que influye en una autonomía ligeramente al alza y que, en el mejor de los casos –batería grande, tracción a un solo eje y ruedas ‘pequeñas’– alcanza los 544 kilómetros, que es mucho incluso en un coche de su clase.

El segundo punto ha sido dotar al Enyaq de elementos distintivos, como una parrilla con 130 luces led que, por la noche, le da un aspecto sideral al vehículo –de serie en los Sportline y RS–, y lo mismo podemos decir del color de lanzamiento, un amarillo chillón que poco tiene que envidiar al de un Lamborghini. El combo lo completa el techo de cristal oscuro, totalmente de serie.

Por dentro no hay tanto ‘show’ y sí mucha sustancia, y es que el interior del Enyaq es una lección de diseño funcional. Lección porque, aunque es un coche eléctrico, se ha mantenido la cordura: gran pantalla, salidas de aire en el centro, botones para los mandos del climatizador y otras funciones ¡hasta tiene un botón para cada elevalunas! solo desentona, poco, la instrumentación digital tras al volante, aunque Skoda aleja la pantalla del volante para poder verla bien a través del aro, aunque si equipamos la instrumentación proyectada en el parabrisas con realidad aumentada, terminaremos mirando poco ese ‘cuadro de relojes’.

En marcha el Skoda Enyaq se puede mover con una batería de 60 kilovatios, motor de 180 CV y una autonomía de 400 kilómetros o con una batería de 80 kilovatios, 205 CV y una autonomía de 544 km. Serán las dos versiones más vendidas porque se pueden acoger al plan Moves y quedarse entre los 43.000 y los 47.000 euros de precio final una vez descontados los 7.000 euros de ayudas.

La marca ofrece más opciones, con la batería de 80 kwh, como el acabado Sportline con tracción trasera por 61.100 euros, tracción total y 265 CV por el mismo precio en un acabado más sencillo, y tracción total y 300 CV en acabado RS por algo más de 64.000 euros, todos ellos con más de 520 kilómetros de autonomía oficial homologada.

Nos ponemos al volante del RS, y ciertamente se nota su carácter deportivo con unos asientos de infarto y unos acabados diferentes, con pespuntes ‘fluo’ y suspensión más dura, aparte de las enormes llantas de 21 pulgadas. En marcha no es tan deportivo como promete, y el tacto del freno sigue siendo el punto débil de los coches con esta plataforma del grupo Volkswagen. El coche frena, pero cuesta pillarle el punto perfecto, como suele suceder en otros eléctricos. Sí nos gusta el selector del cambio y las levas para retener más y frenar los dos mil kilos de este coche. Sorprende el confort, porque a pesar de ser un deportivo se viaja en silencio, y no sorprende tanto el consumo, que aunque se homologa en 16,7 kilovatios cada 100 kilómetros, e autovía no bajará de 19 o 20 kwh, dejando la autonomía en 400 km. En ciudad en cambio podemos hacer casi 600 km si hay tráfico lento.

Skoda ofrece cinco ambientes interiores y tres packs de equipamientos, con una elección del modelo en solo cinco pasos. Los precios se inician en 53.300 euros, pero con campañas y Moves se quedan en 42.700 y el modelo más interesante, con 80 kwh de batería, cuesta 58.000 euros, que se quedaría en 47.700 con el Moves, unas tarifas que son las mismas que la versión cinco puertas, pero que podrían variar en el futuro. Es cierto que Tesla ha bajado sus precios, pero también que Skoda sigue acumulando pedidos para su Enyaq sin necesidad de bajarlos, así que no sabemos si subirá o bajará de precio, pero hasta el momento en la marca están contentos con su gran cartera de pedidos del coche.

La versión de 80 kilowatios-hora que puede acogerse al Plan Moves es la más recomendable, lástima que no tenga un acabado sport en ese precio pero es uno de los mejores SUV eléctricos de su clase, y eso que hay muchos.

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