Skoda Fabia: El utilitario más listo se renueva por completo

Simply clever', este es el slogan de Skoda, que hace referencia a la sencillez de las cosas inteligentes, algo que se puede aplicar a la perfección a toda la gama Skoda y, en especial al Fabia, que se renueva a fondo en esta cuarta generación.

La marca nunca ha tenido prisa en abrazar lo último en tecnología. Si sus modelos son fiables, eficientes y seguros, ¿por qué cambiarlos rápidamente? Eso hace que el modelo estrene ahora la plataforma pequeña del grupo Volkswagen, al que Skoda pertenece, un chasis que se dio a conocer en el Seat Ibiza en 2017 y que, desde entonces, da soporte a Seat, Volkswagen y Audi en sus modelos pequeños, y también a Skoda en el Scala y el SUV Kamiq, de modo que llega al Fabia de forma más fiable y con su inversión amortizada.

Sobre este nuevo chasis se asienta un Fabia más grande, tanto en longitud como, sobre todo, en anchura. Esto obliga a un nuevo diseño de la carrocería, que mantiene sus aristas pero incorpora el nuevo frontal de la marca así como múltiples detalles en faros, pilotos, llantas o retrovisores más vanguardistas.

Por dentro el cambio es total, con un nuevo salpicadero que resulta más atractivo: salidas de aire redondeadas, una gran pantalla central para el equipo multimedia y más detalles 'simply clever', como una toma USB en el retrovisor interior para acoplar una cámara para registrar lo que ocurre delante de nosotros en el tráfico. Esto es muy habitual por ejemplo, en Rusia por los problemas con los seguros, de modo que se evita tener un cable por el medio del salpicadero.

Las plazas traseras son amplias, como lo es el maletero, con 380 litros de capacidad, líder en su categoría. Bajo el capó solo hay motores de gasolina con etiqueta C de la DGT, y en principio solo se ofrece el 1.0 de tres cilindros con 80 CV y, con turbo, en versiones de 95 CV –manual de cinco marchas– o 100 CV –manual de seis o automático de siete velocidades–. No habrá Fabia diésel, de gas natural ni, en principio, están previstas versiones microhíbridas con etiqueta eco. El que sí llegará es el 1.5 de 150 CV con cambio automático, casi un GTI debido a su potencia.

Nos ponemos en marcha y encontramos todo lo que se espera en un Fabia. La solidez de un modelo con la tecnología del grupo Volkswagen, con una dirección suave, un volante con buen tacto, botones y tamaño, suspensiones que filtran bien los baches y solidez en todos los mandos. El coche es más alegre que antaño, e incluso si nos subimos a la versión básica, que puede ser una de las más vendidas, todos los mandos y detalles pintan muy bien. Eso sí, el motor de 80 CV va algo justito, y es mejor elegir el turbo de 95 CV para obtener mejores prestaciones, especialmente en carretera, ya que el consumo apenas aumenta.

Skoda también lo entiende así, y el modelo de lanzamiento es, precisamente, el 1.0 Turbo de 95 CV con un acabado llamado Emotion que equipa muchas de las opciones habituales en este tipo de coches, aunque otras se han quedado en el camino por culpa de la carencia de 'chips' como, por ejemplo, la cámara trasera.

En todo caso, el Fabia Emotion 1.2 turbo de 95 CV con climatizador, pantalla de ocho pulgadas, sensores de parking, etcétera, nos parece, por 12.800 euros, una de las compras más 'simply clever' del mercado. También podemos elegir el más barato Ambition o los atractivos acabados Style y Sport y contar con un utilitario casi tan grande como su hermano mayor, el Skoda Scala, pero dos mil euros más económico.

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