Hasta doce versiones mecánicas diferentes conforman la gama del Kia Sportage.
Kia Sportage: Una gama completa y competitiva
KIA SPORTAGE PHEV Y DIÉSEL ·
El nuevo SUV coreano se completa con dos versiones muy diferentes, el híbrido enchufable con 265 CV y etiqueta cero y los diésel, con 115 o 136 CV y etiquetas C o ECO de la DGT
El Kia Sportage ya está triunfando en el mercado español, con más de 5.000 unidades vendidas en cinco meses y un objetivo a final de año de trece mil unidades, que serán menos de las 17.000 previstas porque la crisis de los microchips, la guerra en Ucrania y los costes energéticos van a reducir el mercado en España desde las 950.000 unidades previstas a entre 800.000 y 850.000 coches, o al menos así lo prevén en Kia.
Eso sí, el Sportage es un cañón en ventas, siempre lo ha sido, pero en esta generación tiene nuevos retos: hacerse hueco en la parte alta del mercado SUV compacto familiar con las versiones híbrida e híbrida enchufable, con un precio más alto de lo habitual en la marca. Tras el lanzamiento de los motores gasolina y del híbrido, la gama se completa ahora con el enchufable con etiqueta cero y 70 km de autonomía y con el diesel, hasta hace poco el superventas de la gama.
El híbrido enchufable tiene una mecánica similar al híbrido, pero con mayor batería y con más potencia en la parte eléctrica. El motor de gasolina es común a ambos, un turbo gasolina 1.6 litros de 180 CV que impulsa el eje delantero. El motor eléctrico trasero tiene 95 CV, y el rendimiento en conjunto es de 265 CV.
Excepcional tecnología y calidad en el interior de este Kia, casi un modelo premium.
El motor trasero se alimenta por medio de una batería de 14 kilovatios que permiten 70 kilómetros de autonomía homologada, que pueden ser más en ciudad y que, en carretera, se quedan en el entorno de los 50 kilómetros. El Sportage apenas cambia su fisonomía, y el maletero, muy afectado en otros modelos de este tipo, aquí pasa de 590 a 540 litros, una pérdida asumible porque aún nos queda un maletero grande. Lo que no se puede evitar es el sobrepeso, y es que esta versión pesa 400 kilos más que los Sportage gasolina básicos –1.900 frente a 1.526 kilogramos– y unos 250 kilogramos más que el híbrido, que pesa 1.715 kilogramos y eso se nota, sobre todo en las curvas, conde no es tan preciso y tiene algunas inercias más que el modelo original. Eso hace que, a pesar de tener las prestaciones propias de un coche de 265 CV, no tengamos un comportamiento deportivo.
La etiqueta cero tiene muchas ventajas, como las ayudas del plan moves -de 2.500 para todos los compradores y 5.000 para los que entreguen un coche para achatarramiento–, y la conducción en modo eléctrico es una maravilla, de modo que el híbrido enchufable se antoja una de las versiones más recomendables. En nuestro caso logramos unos 50 kilómetros de autonomía en carretera abierta a velocidades legales, lo que implica hacer todos los recorridos diarios en modo eléctrico. Además, las recargas se realizan a 7,4 kilowatios de potencia, de modo que, en un par de horas, podemos recuperar toda la energía, lo que nos va a permitir usarlo también en viajes, y no solo en el día a día.
Amplias plazas delanteras.
El precio de tarifa es de 44.000 euros, pero entre el plan moves y las ofertas financieras de la marca, se queda en 33.000 euros, una cifra muy atractiva, y que hará que más del diez por ciento de los pedidos sean de esta versión.
En cuanto al diesel, antes superventas de la gama, Kia sigue apostando por este tipo de mecánica, y además con buenas noticias, ya que se impulsa tanto una versión base con 115 CV y precios competitivos como un diesel de 136 CV con micro-hibridación y etiqueta eco que es el más recomendable, y que se puede elegir con cambio manual o automático y con tracción delantera o 4x4.
Nos ponemos en marcha con la versión de 115 CV y el coche se nota más ligero que el híbrido, con menos inercias y mejor equilibrio dinámico. Eso sí, el sonido está más presente que antes, y parece menos aislado, en parte porque ahora los motores superventas de la marca no son estos diesel. El coche acelera bien y nos gusta la precisión del cambio y su bajo consumo, de 5,2 litros cada 100 kilómetros.
Nos parece en todo caso más recomendable la versión con etiqueta eco, que cuesta 1.500 euros más, pero aumenta la potencia hasta los 136 CV y, además reduce el consumo homologado de 5,2 a 4,9 litros, un detalle importante tal y como están los precios. Esta versión se puede elegir con la caja automática de siete marchas o con tracción 4x4.
Interiores premium
Las dos versiones comparten un espacio interior muy amplio, tanto en las plazas delanteras como, sobre todo, en las traseras, con componentes de alta calidad que no presentan crujidos ni holguras, a pesar de algunos ahorros como los elevalunas traseros, antes con función ‘un toque’ y ahora de pulsación continua.
Nuevo diseño, pero tamaño compacto de 4,5 metros de largo.
El híbrido enchufable tiene una consola central más completa que alberga el mando giratorio del cambio y los modos de conducción pero, en general, todos los Sportage presentan un interior muy cuidado.
El modelo se presenta con los acabados Concept, Tech, Drive y GT-Line, el último de ellos de imagen más deportiva, y si en el híbrido enchufable las tarifas se inician en los 44.000 euros –33.000 con todas las ofertas– en el diesel se inician en 26.000 y hasta los 44.000 euros según la versión, de modo que aún supondrán un treinta por ciento de las ventas de la gama. Con todo ello el Sportage completa su gama y camina hacia convertirse en uno de los modelos de su clase más vendidos del mercado, especialmente en el de los compradores particulares, donde Kia es líder en España.
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