Subaru Outback GLP Bi-fuel 4x4: Un familiar 'eco' con cualidades todoterreno

Subaru ha definido su estrategia ecológica con modelos híbridos eléctricos y de GLP. Hoy nos centramos en su ofensiva por el gas licuado petróleo, en la que encontramos una gama con los XV, Outback, Levorg e Impreza, y esta semana hemos podido disfrutar de la conducción del Outback. Bajo la denominación Bi-Fuel, estos modelos cuentan con los ya habituales motores bóxer gasolina de la marca y otro depósito de gas, lo que aumenta la autonomía de conducción gracias a los dos depósitos y la eficiencia con menores consumos y menos repostajes, además de emitir menos CO2, por lo que estos modelos ostentan la etiqueta eco de la DGT. Para conocerlo mejor, vamos a empezar a analizarlo por su diseño.

El diseño del Subaru Outback tiene una gran personalidad, no por sus líneas, que son similares a los demás modelos de la marca japonesa, sino por la excelente unión de la carrocería familiar con detalles de todoterreno, detalles entre los que destacan, sobre todo, las protecciones en la parte baja de la carrocería y su elevada altura libre al suelo en comparación a otros turismos familiares similares.

El interior es amplio y la mayor parte de información se encuentra en la pantalla táctil central, que lleva navegador incorporado y los sistemas Android Auto y Apple CarPlay. El sistema de climatización bizona se controla con los mandos clásicos, algo que hoy en día se agradece con tanta digitalización y, además, nuestra unidad incluía los asientos calefactables. Una de las partes no tan positivas en los primeros momentos con este coche es la elevada cantidad de mandos en el volante, aunque tras varios días fuimos acostumbrándonos a su funcionamiento.

Este modelo equipa un motor bóxer gasolina 2.5 que desarrolla 175 CV. A este modelo Bi-Fuel se le suma un depósito de 60 litros de GLP, por lo que el coche es capaz de recorrer una distancia total con los dos depósitos llenos de unos 1.200 kilómetros, todo esto sin comprometer en absoluto el tamaño del maletero de 512 litros.

Su consumo de gasolina es algo elevado por las características del coche, superando incluso los nueve litros a los cien, pero con los recorridos de GLP es donde encontramos un gran ahorro, ya que se reduce alrededor de un 40 por ciento el gasto por litro de combustible. Además, el funcionamiento y manejo del coche es igual si estamos utilizando la gasolina o el GLP.

El cambio automático es correcto, pero hay veces que estira demasiado las revoluciones. Por ciudad es un coche cómodo de conducir para su tamaño de 4,8 metros. Además, la dirección es suave y, aunque la calidad de las cámaras de ayuda al aparcamiento no está entre las mejores de su clase, aparcar no es complicado gracias a su manejabilidad. Por carretera notamos como este coche está hecho para viajes con un confort de marcha alto y, además, nos dio tiempo a recorrer terrenos irregulares, en los que nos vino de perlas su tracción 4x4 y el 'X-Mode', un modo de conducción pensado especialmente para estas ocasiones. Otro de sus puntos fuertes es la tecnología y seguridad, con sistemas controlados por cámaras y sensores como el control de velocidad por radar, corrección de salida de carril, alerta de arranque del vehículo delantero o la frenada de emergencia automática, unos sistemas que funcionan realmente bien y que antes de accionarse dan al conductor avisos previos.