Los coches urbanos también están cambiando, y mientras muchas marcas dejan de vender en este segmento, al menos con motores de gasolina, Toyota renueva su oferta para hacerse con una gran parte de este mercado, muy importante en Europa. El nuevo Aygo se atreve con la estética crossover, y el resultado es estupendo, no solo porque el coche es más atractivo –el anterior ya lo era– sino porque se gana en espacio, maletero y confort sin perder ese pequeño tamaño y bajo coste de uso que lo hace perfecto para la ciudad.
El nuevo modelo no utiliza la plataforma anterior, sino que recurre a la del Yaris, con lo que ello conlleva en cuestión de tecnología y mecánica. Es más pequeño que el Yaris, claro está, recortando la parte trasera y dejando las ruedas casi en las esquinas, pero el coche en general ha crecido y ya mide 3,70 metros, aunque lo que más destaca es su empaque, ya que tiene un frontal alto y con faros grandes que llama mucho la atención.
Más amplio y equipado
El interior también ha mejorado mucho en aspecto y tecnología. El volante es similar al del Yaris, mucho mejor que el anterior o que el que equipan otros coches urbanos, quizá muy básicos. Junto a este volante hay una palanca de cambios manual o automática y una pantalla central muy bien ubicada, aunque no muy grande. Los asientos son cómodos, el tejido es moderno y de buen tacto y el espacio delantero es razonablemente bueno. No tanto detrás, donde los adultos irán algo justos y los niños, hasta los 12-15 años, viajarán cómodos, aunque sin alardes. Nos gusta mucho el maletero, porque aumenta su tamaño hasta los 230 litros, que puede parecer poco, pero comparado con los 170 litros de antes, es casi un 50 por ciento más de capacidad. En cuanto al equipamiento, están disponibles la carga inalámbrica del móvil, techo de lona retráctil, asientos calefactables, arranque sin llave, conectividad del móvil y los sistemas de seguridad 'safety sense' de Toyota, que incluye el frenado automático o el aviso de salida de carril.
Disponible con pantalla y navegador.
Mecánicamente el Aygo utiliza el mismo motor que el modelo anterior, un tres cilindros de un litro de cilindrada sin turbo que alcanza ahora 72 CV. No es un motor rápido, como muestran los casi 15 segundos que tarda en alcanzar los cien kilómetros por hora, pero sí muy suave para andar por ciudad, especialmente con el cambio automático. Este es muy cómodo en ciudad y algo menos en carretera, por lo que depende del uso vale la pena elegir uno u otro, teniendo en cuenta también que el automático cuesta 1.250 euros más, que es mucho en un coche de corte económico.
Precios ajustados
Llegamos a los precios, que se inician en esos 13.800 euros y llegan hasta casi los 19.000 euros, con versiones Play, Trendy y Limited más una edición de lanzamiento con dos colores francamente bonita. La compra es buena si necesitamos un coche urbano, pero el Yaris de gasolina –no el híbrido– tiene una tarifa de 15.500 euros y resulta más interesante por sus prestaciones.
En resumen, el Aygo X lleva el estilo crossover a los coches más urbanos de manera muy acertada, con una línea francamente atractiva y un conjunto de cualidades que hacen muy recomendable su compra. Lástima que no exista una versión eco o híbrida ya que, a pesar de su bajo consumo y emisiones, el modelo tiene la etiqueta C de la DGT.
Si buscamos un coche nuevo, urbano y económico hay pocas opciones, pero ninguna tan atractiva como el Aygo X, que une un estilo crossover y la legendaria calidad Toyota por un precio muy ajustado.
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