Luz verde al necesario Plan Moves III

Las ventas de coches eléctricos en España han estado marcadas, para mal, por los planes de ayudas, y es que, en lugar de diseñar un plan de subvenciones fijo y consistente, la necesidad de aprobar un presupuesto al efecto hacía que, según el año e incluso la comunidad autónoma, se dispusiera o no de ayudas, creando un efecto acordeón en la demanda que todavía persiste. El caso es que los eléctricos siguen necesitando algún tipo de subvención para su venta, ya que resultan netamente más caros y, por el momento, menos prácticos para viajar por la escasez de puntos fiables de recarga. Y no es una cuestión de España: los eléctricos se subvencionan en España e incluso a nivel global para que sus ventas aumenten.

Llegados a este punto y con las ayudas agotadas en Madrid y Barcelona, las dos capitales en las que, por las restricciones de contaminación, más eléctricos se venden, la venta de este tipo de coches se había paralizado. Pero en esta ocasión los fabricantes han puesto el grito en el cielo de manera más alta. ¿El motivo? En estos momentos se está decidiendo la fabricación futura de modelos eléctricos en toda Europa, y sólo se producirán en países que tengan una demanda interna consistente, como puede ser España si las ayudas son constantes, fiables y perdurables en el tiempo.

Por este motivo el Gobierno da luz verde a un nuevo plan que pasa por ser el más completo, ya que perdurará al menos hasta 2023 y tiene ayudas más cuantiosas y ordenadas.

Ahora falta legislar sobre los puntos de recarga: potencia, precios de la energía, formas de pago y conectividad deben unificarse para que, a la hora de recargar, se asemeje a la practicidad de una gasolinera. Es un paso imprescindible para poder ampliar la eco-movilidad.