Vuelta a la 'normalidad'

En esta crisis nos estamos acordando a diario de muchos sectores, como la hostelería, el tan necesario sector sanitario, etcétera, pero en pocas ocasiones hemos hablado de lo mal que lo han pasado los concesionarios, a veces sin el foco directo de los medios más allá de los días que se publican las matriculaciones. En cambio la situación en las últimas semanas en Valencia ha sido y es todavía, crítica, aunque con visos de mejora.

El motivo es que, a todo lo que se lleva ya arrastrando, se han sumado los cierres perimetrales, que han impedido que muchos usuarios vayan a los concesionarios a ver los coches que quieren comprar durante el fin de semana, y el cierre a las 18 horas del comercio, que ha hecho que, los que querían ir entre semana, también desistieran. Un trato muy injusto para un tipo de comercio donde la posibilidad de contagio es bajísima.

El resultado va a ser un bajón de ventas en febrero de gran calado, con muchísimos coches en stock y la certeza de que hay que salir de esta con mucho esfuerzo. La mayoría han aplicado ERTEs a sus plantillas, intentando evitar males mayores, y cuadrar el Excel de final de mes es cada vez más complicado, con casi todas las casillas en rojo.

Dejemos atrás lo que no es pesimismo, sino realidad, para hablar de este lunes. Se recuperan horarios, se eliminan límites y quizás veamos, de una vez por todas, una nueva normalidad sin vaivenes.

No se nos ocurre mejor idea para los concesionarios que animar a los compradores a que acudan a comprar coches. Si hay verdaderas oportunidades en el mercado, se van a dar estas semanas, ante la necesidad de recuperar dinero aunque sea vendiendo unidades con pérdidas. Eso sí, oportunidades no significa regalos...