A vueltas con la fábrica de baterías

Vaya por delante que, con una guerra en Europa, cualquiera de nuestros problemas es una pequeñez comparado con los que hasta hace pocos días tenían una vida normal y ahora luchan por sobrevivir a una invasión armada en este mundo de locos, pero la vida sigue, y en el mundo del automóvil varios focos tienen gran protagonismo.

El más importante por la cercanía del mismo es el de la probable fábrica de baterías de Sagunto. Resumimos brevemente el asunto: la industria del automóvil se está transformando al coche eléctrico por imposición normativa europea, que prohibirá las ventas de coches gasolina y diesel en 2035 y que limita ya muchísimo las emisiones de la flota de cada fabricante. Eso significa que las fabricas españolas deberán variar su producción hacia coches eléctricos, cuyo componente más caro y pesado es la batería, que ahora se produce en Asia.

Para poder fabricarlas en España hay un plan de ayudas europeo llamado PERTE, al que en España aspira, sobre todo, Volkswagen, aunque también otras marcas. Es un plan tan complicado en su burocracia que antes de ser publicado ya ha recibido críticas por las dificultades de cumplir los requisitos, así que se está retocando al gusto de los que quieren seguir fabricando coches. Una vez esto suceda, y no antes, Volkswagen podrá pedir las ayudas para instalar una fábrica de baterías, y no podrá ser en Cataluña, donde tiene fábrica de coches, porque su renta per cápita es de las más altas de España, y el plan PERTE es para las zonas con mayor necesidad de desarrollo industrial. Ahí entra en juego Sagunto, que ya prepara sus terrenos par que, una vez se cumplan el resto de factores, Volkswagen elija esta ubicación para su futura fábrica. Ahora bien, no vendamos la piel del oso antes de matarlo...

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