Dos emotivos ninots sobre la dana, favoritos para librarse del fuego

En una vuelta por la muestra que se expone en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe un día antes del cierre de las votaciones, se evidencia de inmediato en qué figuras se para más el público, en dónde se sacan más fotos y cuáles son los ninots que más llaman la atención a los visitantes, que se apuntan sus números en un papel, en el móvil o incluso en la mano para luego no olvidarse y elegir bien su voto.

Dadas las circunstancias que rodean a las Fallas de este año y los eventos que han sacudido a la sociedad valenciana desde el mes de octubre, es incuestionable que, tanto en infantil como en grande, las representaciones de lo ocurrido durante la dana del 29 de octubre son las más aclamadas por los visitantes. En infantiles, uno de los monumentos que más elogios ha recibido y que ha llegado al corazón de los que han podido apreciarlo de cerca es el ninot de la comisión Duque de Gaeta-La Pobla Fornals. Esta obra del artista Mario Pérez Sánchez, que compite en las fallas de la sección especial, es una representación del Puente de la Solidaridad, esa pasarela que une Valencia con la comarca de L'Horta Sud por donde miles y miles de voluntarios cruzaron para ayudar a las poblaciones más afectadas, incluso cuando las autoridades desaconsejaban acudir a la zona cero de la tragedia. Ese puente se ha convertido en un símbolo de la unidad y solidaridad que caracterizaron a esos días posteriores a la catástrofe. En el ninot, encima del puente giratorio, para que se puedan captar todos los detalles de la figura y que lo hace más llamativo, se puede ver, por un lado, a voluntarios limpios y decididos, bien equipados y listos para dejarse la piel en ayudar, y por otro, a voluntarios embarrados, cabizbajos y con la expresión triste volviendo a casa tras presenciar el desastre que dejó la riada a su paso.

Una señora que visitaba la exposición en el Museo Príncipe Felipe comenta que su voto ha ido para este ninot ya que «por desgracia, es el más representativo de este año«. Su acompañante añade que »hay que seguir apoyando y no olvidar a las víctimas ni a los responsables« de lo sucedido. Este homenaje a los voluntarios y su inmensa labor la completan una pancarta colgada del puente que pone 'Gracias al pueblo' y una inscripción en la base del ninot que dice: 'En homenaje a todos esos héroes anónimos, ¡Gracias por tanto!'

Al lado de esta figura de Duque de Gaeta también se encuentra otro ninot infantil giratorio con la misma temática, la dana, y que también ha levantado pasiones entre el público. Esta escena de la falla de Almirante Cadarso-Conde Altea del artista Vicente Gomar Vidal, de la sección Especial, representa la última creación de un artista fallero, que se ha visto obligado por culpa de la dana a abandonar su taller y ponerlo en venta. Junto a él, unos 'falleritos' animan y agradecen a los voluntarios el poder hacer un último ninot.

En ninots de monumentos grandes, el mismo panorama. Las representaciones que más flashes se llevan son las dedicadas a los acontecimientos de aquella fatídica tarde de octubre. Una brilla más que las otras, y es que además de tratar el tema de la dana, el ninot de David Sánchez Llongo para la comisión Convento Jerusalén plasma una entrañable escena en la que dos abuelitos, acompañados por su nieta, celebran sus bodas de oro en un horno de Paiporta afectado por la riada. Un cuadro y unos voluntarios representados en forma de animales rinden tributo a esas personas que fueron a ayudar y que con su esfuerzo y trabajo pudieron devolverle la vida a muchos comercios de las zonas damnificadas.

Contemplando esta escena, un señor que recorría la muestra duda entre votar a estos abuelitos o al ninot de Antiga de Campanar. «Las dos son muy bonitas. Yo siempre he votado a las de l'Antiga, pero este año estoy dudando porque la dana ha sacado el lado más bonito de todos los artistas». Esta figura de la que habla el visitante lleva la firma del artista Josué Beitia, autor de un ninot y una falla muy especiales. El taller de Beitia sufrió graves daños tras la riada. La escena representa una casa que ha sido arrasada por el agua y el lodo, y en ella una señora mayor que lo único que ha podido rescatar es una foto de cuando fue elegida fallera mayor para l'Antiga de Campanar, un símbolo de orgullo y amor por las tradiciones. Junto a ella, una voluntaria le ofrece consuelo y su nieto juega con su perro y agradece la ayuda de los voluntarios. Además, esta obra cuenta con un elemento especial: las ramas que la forman fueron recogidas por la UME de una casa destrozada y el lodo es barro auténtico recogido de las zonas afectadas.

Ahora queda ver si estas impresiones se reflejan este viernes en el voto popular para los ninots infantiles y el sábado para los grandes. Aunque no cabe duda de que los homenajes a la dana y a los voluntarios tienen todas las papeletas para librarse del fuego y pasar a la historia. Como anécdota, en un día en el que el Museo de las Ciencias se encontraba repleto de excursiones de colegios a la exposición y de jóvenes curiosos, la figura que más llamó la atención al público adolescente fue indiscutiblemente y por razones obvias la de Vinicius Junior, un ninot que se burla del jugador y le otorga el premio del 'Cagalló d'Or', haciendo referencia a su derrota en el galardón del balón de oro de este año.