La Generalitat investiga a la cárcel de Albocàsser tras una paella con 50 comensales

Nuevo escándalo en prisiones relacionado con las medidas contra la propagación del virus. La agrupación sindical ACAIP-UGT ha presentado una denuncia ante la Generalitat en la que culpa a la dirección del centro castellonense de autorizar dos paellas con una asistencia que califican de «multitudinaria». Instituciones Penitenciarias asegura que sólo hubo una paella y se hizo bajo los habituales parámetros de seguridad, pero la Conselleria de Justicia ha confirmado a LAS PROVINCIAS que la Policía de la Generalitat va a investigar lo ocurrido.

Siempre según el sindicato, el pasado 27 de octubre se autorizó por la dirección la celebración de una paella a la que asistieron 40 internos del módulo 14 y seis trabajadores del centro. Al día siguiente, 28 de octubre, se autorizó otra paella a la que asistieron 43 internos de dos módulos residenciales diferentes de la prisión y otros seis trabajadores. Como destaca la agrupación sindical, tras la celebración de esta última, varios internos participantes en la misma fueron trasladados a otros módulos.

Lo que indigna a los denunciantes es que en la fecha de celebración de dichos actos estaba vigente lo dispuesto en la resolución de 24 de octubre de 2020 de Sanidad que acuerda medidas adicionales excepcionales en la Comunitat por la crisis sanitaria. Según los funcionarios, se sobrepasó el límite de seis personas en reuniones. Entienden que dicha paella no puede ser considerada un encuentro esencial y que su celebración contradice la norma de limitar en lo posible la actividad social.

Ante estos hechos, pidieron que se abra un expediente sancionador a los responsables del centro penitenciario. A tal efecto, el secretario de salud laboral de la agrupación sindical interpuso una denuncia el 12 de noviembre. La Generalitat ha confirmado que la policía autonómica va a averiguar lo ocurrido, habrá un informe y a partir de ahí se incoará el expediente sancionador o se archivará.

Instituciones Penitenciarias argumenta que no hubo ningún incumplimiento de la legalidad vigente. Según el departamento de Interior, se celebró un curso de cerámica y los internos quedaron tan satisfechos que pidieron permiso a la dirección para homenajear a la profesora con una paella a modo de despedida. Aseguran que fue el 28 de octubre y asistieron todos los internos del módulo de unidad terapéutica con la profesora y algunos profesionales de esta sección carcelaria.

Cifran en 43 personas el número de asistentes. «Todos esos internos comen juntos a diario y ese día sólo se sumó la profesora del curso y trabajadores que están todo el día con ellos». Pero el asunto se complicó cuando, dos días después, la profesora avisó de que había dado positivo en coronavirus. Según Instituciones Penitenciarias, «no se sabe dónde se contagió, pero está claro que en el exterior de la prisión». Como precaución se aisló el módulo entero, se hicieron pruebas entre los reclusos y todas resultaron negativas.

Instituciones Penitenciarias entiende que lo ocurrido no es ilegal porque los que participaron en esa paella, a excepción de la profesora, comen siempre juntos y en el mismo sitio. «Es como un domicilio, como una unidad de convivencia sin riesgo de contagio exterior», añaden. Y en la cárcel «está autorizada la entrada de personal de fuera, en este caso la profesora de cerámica».