

Secciones
Servicios
Destacamos
Adolfo Soler Sempere, el testaferro del cabecilla Augusto César Tauroni, que se fugó a Bolivia nada más estallar el escándalo del fraude de subvenciones cuenta con numerosas opciones de mantenerse con absoluta libertad en aquel país.
La Audiencia reclamó a su abogado nuevos informes médicos sobre su estado de salud a la espera de decidir ante una hipotética extradición. Lo hizo el mismo día que LAS PROVINCIAS publicó un reportaje acerca del olvido que se había producido con este acusado, que lleva nueve años en Bolivia mientras sus compañeros en el monumental fraude ya han sido condenados en el juicio que se celebró hace más de año y medio. Otros condenados, los que estaban investigados también en la primera pieza de la macrocausa, han cumplido incluso su pena de cárcel en Picassent.
La Sala, al comprobar la paralización del procedimiento respecto a Soler Sempere, dio cinco días de plazo para conocer su estado de salud y la posibilidad de un regreso a Valencia. En el juicio por las piezas 2 y 3 del caso, las del fallido hospital de Haití y otras subvenciones menores a ONG's, el acusado no compareció al enviar documentación médica que acreditaba que un viaje en avión suponía un riesgo para su salud. La decisión fue juzgarle en un procedimiento aparte.
Ahora, otro médico boliviano ha elaborado un dosier donde recoge las principales patologías del paciente y concluye que no recomienda un trayecto en avión -menos con la duración de uno de estas características- ante el peligro de que se agraven sus enfermedades. El dictamen se completa con abundantes pruebas médicas que ya están en poder de los magistrados de la sección Quinta de la Audiencia. Una de las posibilidades sería que un forense comprobara los informes que se han enviado para ver si coincide en la misma conclusión que su compañero boliviano.
Adolfo Soler fue contratado en una de las empresas de Augusto César Tauroni gracias a la intermediación de un dirigente de Unión Valenciana que buscaba hacer un favor a este compañero de partido. Se trataba de que cotizara durante unos años para que le quedara una pensión más holgada. Tauroni le dio cobijo como comercial en Dinamize, una de sus firmas dedicadas a la informática. Pero también formó parte de una de las organizaciones con las que el empresario,amigo del conseller Rafael Blasco, concurría en la búsqueda de ayudas del Tercer Mundo: la Fundación Hemisferio.
En 2011, se marchó a Bolivia en pleno escándalo por las ayudas. Durante este tiempo ha estado a disposición de la Justicia y ha declarado por escrito en la fase de instrucción. Desde su repentina marcha al otro lado del Atlántico, al parecer, no ha vuelto a Valencia. Según el mismo explicó a la jueza de Instrucción 21 subsistía en Bolivia con dos pensiones de España: una de viudedad y otra de jubilación, que sumaban 1.270 dólares. "Puedo mantenerme por ser este un país barato. En Valencia no podría vivir", indicó en su día.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El rincón de Euskadi que te hará sentir en los Alpes suizos
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.