Turismo carga contra Europa por el pasaporte Covid

La decisión de la Unión Europea de dejar en manos de cada Estado la regulación y utilización del llamado pasaporte Covid ha sentado como un jarro de agua fría al sector del turismo español en general y del valenciano en particular, que se nutre en gran medida de los visitantes internacionales.

Lo que en un principio se erigía como un instrumento de coordinación entre los países del espacio Schengen que facilitaría la movilidad se ha quedado en agua de borrajas. El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, asegura a LAS PROVINCIAS que esta decisión manifiesta «falta de vigor, de convicción y de liderazgo» por parte del órgano comunitario para coordinar las políticas de movilidad turística en el ámbito internacional. «Es una mala noticia, es como una dejación de funciones. Ojalá lo rectifiquen y recuperen el guion de la coordinación. Llevamos muchos meses esperando a Europa para abordar esta circunstancia dramática», agrega.

En el mismo sentido se expresa la Mesa del Turismo, a nivel nacional, que ha acogido con «sorpresa y enorme decepción» este cambio de criterio de la UE que dará lugar a que sus Estados miembros puedan restringir el uso y duración del Certificado Verde Digital de Vacunación. «El giro en la política de Bruselas es absolutamente incomprensible e inaudito para el sector turístico español, que estaba confiado en la pronta habilitación de un pasaporte de vacunación que facilitaría los viajes de los ciudadanos dentro de las fronteras de la UE», explica el presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas. Ante esta situación, la mesa ha enviado una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que interceda y haga rectificar a Europa sobre la regulación de este certificado digital, cuya idea original es reflejar si su titular está vacunado, así como los resultados de PCR o de antígenos que se haya realizado o, incluso, si estuviera inmunizado por haber superado el Covid.

La secretaria de la patronal hotelera valenciana Hosbec afirma que la decisión ha tirado por tierra las expectativas para este verano. «Teníamos la esperanza de que el pasaporte permitiera repuntar las visitas. Esta decisión atenta contra los propios principios de la Unión Europea», afirma.