Borrar
IRENE MARSILLA
El discreto adiós de De la Oliva
El estado de los tribunales

El discreto adiós de De la Oliva

La presidenta del TSJ llegó en pleno auge de la corrupción del PP y se marcha a las puertas de la investigación por la dana

A. Rallo

Valencia

Jueves, 19 de diciembre 2024, 23:43

La radiografía. La presidenta del TSJ, Pilar de la Oliva, se jubila el próximo 2 de enero. La que fuera magistrada de Instrucción 10 ... de Valencia ha estado 14 años al frente del alto tribunal valenciano. La tercera autoridad de la Comunitat, en un oficioso protocolo, tras el presidente del Consell y el de Les Corts. De la Oliva desembarcó en un periodo convulso en la política valenciana, en el momento de máximo apogeo de la trama Gürtel con Francisco Camps a las puertas del juicio de los trajes y una tensión -pensábamos entonces que insuperable- en el ambiente. No fueron fáciles aquellos primeros meses de mandato. Quizá esa decisión de blindarse a toda costa -no se le conocen entrevistas ni declaraciones públicas en 14 años- parte de aquellos inicios cuando desde la Generalitat se pusieron algunas trampas, según deslizó su entorno. De la Oliva fue una alternativa de consenso que movió, entre otros, el hoy diputado Fernando de Rosa ante la incapacidad de encontrar quórum en otros candidatos que, por ejemplo, ocupaban órganos colegiados. De hecho, De la Oliva no estuvo en la primera convocatoria. La actual presidenta, una vez llegó al TSJ, hizo lo que hacen los políticos más astutos: cortó cualquier vínculo con aquellos que podían o querían ejercer algo de tutelaje. Para lo judicial siempre se apoyó en José Flors, magistrado de la Sala de lo Civil y Penal y ya jubilado a medio camino entre Valencia y Menorca. En el resto, en las decisiones internas del TSJ y la resolución de los problemas de intendencia, al parecer, ha optado por el modelo de Mariano Rajoy. El no hacer nada que, en cierto modo y en la lógica 'marianista, también es hacer algo. Llamó la atención la entrevista en LAS PROVINCIAS de la nueva vocal del Poder Judicial Esther Rojo al subrayar que buscarían un presidente del TSJ que afrontara los problemas, una queja implícita hacia la actual responsable. De la Oliva lleva los últimos cuatro años ejerciendo en funciones. Pese a las preguntas de este y otros medios, durante este periodo, no quiso aclarar si su intención era presentarse a un tercer mandato al frente del TSJ o si ya tenía clara la idea de la jubilación. La presidenta se marcha sin hacer ruido y esto tradicionalmente se considera una virtud. En estos últimos días tendrá que decidir acerca de qué hace el TSJ con las siete querellas contra Carlos Mazón que han llegado por la gestión de la dana. La Fiscalía ya ha pedido que vaya a un juzgado de Instrucción. Y esa será, salvo sorpresa, la decisión. Su sucesor o sucesora -Manuel Baeza, Juan Carlos Cerón, Carolina Rius y María Dolores Hernández se presentan a la convocatoria- tendrá en el horizonte una época similar a la que vivió De la Oliva. Esta vez, en cambio, no tendrá que ver con corrupción sino con la muerte de 223 personas la tarde del 29 de octubre.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El discreto adiós de De la Oliva