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Rojo y Gisbert, pareja en Madrid

Rojo y Gisbert, pareja en Madrid

La presidenta de la Audiencia será vocal tras el desbloqueo del Poder Judicial

A. Rallo

Valencia

Viernes, 28 de junio 2024, 00:03

Los hechos. Cinco años de reproches, muros infranqueables, líneas rojas, presiones internas y externas, vetos y mucho ruido. En especial esto último, que lo ... enturbia absolutamente todo. Terminó la disputa por la renovación del Poder Judicial de manera inesperada. Sería una broma decir que de forma precipitada. No por el hecho en sí sino por el tiempo transcurrido. El acuerdo, en realidad, no resultaba complicado. De hecho, ya se había logrado en al menos otras dos ocasiones. Pero todo se paralizaba siempre por intereses partidistas. El desenlace trae una buena noticia. Esther Rojo, presidenta de la Audiencia de Valencia, será una de las vocales. No ha sido este un camino sencillo. La lista de los candidatos es de 2018, un lapso suficiente para voltear cualquier quiniela. Lo de tener un valenciano en el Poder Judicial es como lo de un ministro de la Comunitat. Puede salir mal o bien pero, de entrada, te invita a pensar en cierta atención, en una mirada más cordial hacia las necesidades. Puestos a elegir mejor tener un enlace con conocimiento directo de la situación que no tenerlo. Y así ha sido en los últimos años. La lista de los más reconocibles empieza por el que fue vicepresidente Fernando de Rosa (hoy diputado del PP) y Gabriela Bravo (hoy en la Mesa de Les Corts por el PSPV). En el último consejo, el que ha estado cinco años en funciones, desembarcó en su día Carmen Llombart. De Rosa, al igual que Llombart y Rojo dieron el salto desde la presidencia Audiencia. El hecho de que González Pons, el negociador del PP, sea también valenciano no es un hecho menor en la elección de Rojo. «Ha costado mucho», comenta quien conoce los entresijos de todos estos movimientos. La nueva vocal del CGPJ coincidirá en Madrid con Teresa Gisbert, nombrada recientemente fiscal de Sala de Menores. Gisbert fue elegida por el fiscal general del Estado, Álvaro Ortiz, para el puesto en el Tribunal Supremo. Un destino perfecto tras su última etapa como fiscal superior del TSJ. El voto de Gisbert resultó el otro día clave para respaldar la tesis de Ortiz de extender la ley de amnistía a la malversación. La marcha de Gisbert rediseña el escenario de la Fiscalía en Valencia. Queda libre la plaza del TSJ, pero también la jefatura de Valencia. José Ortiz, fiscal jefe de Valencia, optara a la fiscalía del TSJ. Pero hay más candidatos. Rosa Guiralt y Adoración Cano, ambas de la Unión Progresista de Fiscales, pretenden esa misma posición. En la Fiscalía de Valencia, Susana Gisbert, también ha mostrado sus intenciones. También es de UPF. Una norma no escrita recoge la conveniencia de alternar un puesto para los conservadores y uno para los progresistas. Pero Ortiz no parece muy conciliador tal y como se ha visto con aquel comunicado para rebatir al novio de Ayuso que seguramente le conduzca a la imputación.

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