Secciones
Servicios
Destacamos
El próximo lunes día 1 de enero celebraremos la 57 Jornada Mundial de la Paz. Este año, el Papa Francisco ha elegido como lema 'Inteligencia artificial y paz«. La elección del tema se produce a la vuelta del verano y el texto del discurso se ... da a conocer el 8 de diciembre. Desde hace casi seis décadas que Pablo VI instituyó esta jornada, siempre se aborda un tema de palpitante actualidad. El año que estamos a punto de terminar bien podría calificarse como un año divino para la Inteligencia Artificial porque las posibilidades de los ingenios algorítmicos han dado un paso de gigante con el desarrollo del 'Chat GPT' y las instituciones europeas se han marcado un tanto decisivo con la aprobación del reglamento que regulará las aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA).
También podemos referirnos al año divino por la preocupación e inquietudes divinas que la IA despierta. Hay un aire de familia común que une a ingenieros, científicos, economistas y políticos cuando hablan de las oportunidades y retos que plantean los algoritmos. Todos aspiran a robar el fuego de los dioses y apropiarse de los poderes controladores que despiertan las aplicaciones del aprendizaje automático ('machine learning') o el aprendizaje profundo ('deep learning'). Todos quieren ser como dioses y romper no sólo los límites que impone la propia naturaleza, sino los límites que imponen las tradiciones espirituales o religiosas. En realidad, más que el año divino de la IA deberíamos llamarlo el año divino del paradigma tecnocrático, un modelo de sociedad materialista y mecanizada donde los algoritmos parecen capaces de sustituir al ser humano y ponerlo a su servicio.
En lugar de cuidar con detalle la inteligencia natural que nos queda, el nuevo modelo de sociedad ha encontrado en la IA algo fascinante a lo que nuestra tecnocracia rinde culto dedicándole las mejores energías. Es un proceso inquietante, calificado de sacralización, donde la IA tiene casi todas las notas con las que Rudolf Otto describía 'lo santo'. Un término que va más allá de lo bueno y describe 'lo numinoso'; algo racional pero va más allá de lo racional, que tiene un excedente de significado ante el que todo el mundo parece enmudecer y doblegarse. Además, genera dependencia absoluta, como si en lugar de estar al servicio de la humanidad tuviéramos que estar al servicio de ella. La IA genera sentimientos de conmoción y respeto. Su poder parece tremendo e inquietante. Un poder lleno de promesas y riesgos. Si de verdad queremos la paz no tendremos más remedio que proponer, como recuerda Francisco, una Algorética que nos lo haga confiable.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.