Directo Rueda de prensa de Corberán previa al Valencia CF -Leganés

El embarazo avanzado de Mª José Catalá ha impedido su participación en algunos debates electorales. Juan Carlos Caballero, número dos en las listas, ha tenido que sustituirla, como otras veces han hecho Mª José Ferrer San Segundo y otros candidatos que no han tenido el ... privilegio de 'estar' los primeros. Las listas de los partidos son complejas y requieren encaje de bolillos para ser paritarias, recoger sensibilidades de la militancia y ofrecer competencia profesional. El éxito, o fracaso, no siempre depende de quienes ocupen o estén en los primeros puestos, sino del arte con el que se hayan tejido las listas y organizado el liderazgo electoral.

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Max Weber ofreció tres formas de entender el liderazgo político. El 'carismático', vinculado a rasgos propios del carácter y la personalidad. Lo vemos en el deporte cuando elegimos 'capitanes' con capacidad para que la tropa los equipos les sigan. Partiendo de aquí Hanna Arendt analizó las mentalidades autoritarias y alertó a las futuras generaciones sobre 'Los orígenes del totalitarismo'. El segundo lleva el nombre de 'tradicional' y lo ejercen quienes acceden al cargo por usos, costumbres y tradiciones de sus comunidades. Lo observamos en los regímenes monárquicos que aún existen. Notemos que la plausibilidad de las monarquías está en el adjetivo 'constitucional', es decir, en el hecho de que cumplan con el tercer tipo de liderazgo weberiano: 'el legal-racional'.

Estas tres formas de liderazgo político no se ajustan completamente al siglo XXI donde encontramos el liderazgo 'digital'. No porque sea fruto del 'Chat GPT' o haya surgido de las redes y los algoritmos demoscópicos, sino por algo tan sencillo como el 'dedo' de quienes tienen poder orgánico. Aunque las formas (lo legal y estatutario) se respeten en mayor o menor medida, siempre hay que contar con los caracteres personales (lo carismático) y la cosmovisión política a la que se quiere representar (lo tradicional). No es fácil acertar y en la coctelera de los liderazgos de la España democrática hay para todos los gustos.

Junto a esta cara visible de los liderazgos electorales, hay una cara oculta cuyo valor debería ser reconocido por la ciudadanía. Unos van 'de salida' y otros van 'de relleno'; unos son 'los personajes' y otros 'los machaca' o 'curritos', unos son las estrellas y otros apagan la luz, unos van de fotos y otros van de interventores, unos aparecen en las redes y otros las editan. En definitiva, un trabajo olvidado de equipos electorales donde la vanidad visible debería ser juzgada desde la ejemplaridad invisible.

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