Secciones
Servicios
Destacamos
Aunque a Francisco no le ha dado tiempo de ofrecer una encíclica sobre el impacto de la subida de aranceles, debemos recordar la importante carta ... que envió el pasado 10 de febrero a los obispos norteamericanos. La subida de aranceles no ha sido la primera medida política de Trump, sino la firma de 200 órdenes ejecutivas que suspenden el programa de admisión de refugiados e inmigrantes (USRAP), agilizando los procesos de deportación y facultando a los agentes de frontera para detener a personas migrantes en situación irregular. A partir de ahora, serán los departamentos de Seguridad Nacional y Defensa quienes realizarán el control completo de la frontera. La imprecisión de la norma para garantizar la rendición de cuentas y la supervisión de estas actuaciones, que mezclan competencias civiles y militares, fue recurrida de inmediato por los obispos norteamericanos, lo que explica la carta.
Tiene un alcance moral y político del que aún no es consciente la comunidad internacional. Vance legitimó los decretos acudiendo al 'ordo amoris' (orden del amor), los justificaba con la importancia que concede la teología católica a «los próximos» frente a «los lejanos», como si el orden del amor cristiano comenzara primero por uno mismo, continuara en la familia, siguiera en la nación y así concéntricamente hasta la humanidad. Como si el amor cristiano al prójimo fuera parte de una ordenación algorítmica de filantropía que el individuo controla racionalmente de manera clara y distinta.
La carta afirma: «he seguido con atención la crisis que está teniendo lugar en Estados Unidos con el inicio de deportaciones masivas. La conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición de ilegal de algunos migrantes con la criminalidad». También indica que un estado de derecho 'se verifica en el trato digno que merecen los más pobres y marginados'. Pide la 'maduración' de una política que no se construya a base de fuerza: «lo que se construye a base de fuerza y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará». Cita expresamente el «ordo amoris» al que apeló Vance recordándole la parábola del buen samaritano y los riesgos de confundir la ética con ideologías que utilizan la voluntad del más fuerte como criterio de verdad. Se trata de introducir la Ética en la ecuación de James Carvaille cuando, en la campaña de 1992, recordó a Clinton: «Es la Economía, estúpido».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.