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El ejército israelí ha reconocido su culpabilidad en la muerte de siete cooperantes de 'World Central Kitchen', la organización cívica creada por el cocinero español José Andrés. Como otros muchos profesionales, movilizados para promover una solidaridad internacional real a través de la ética sin fronteras ... que ha generado el cosmopolitismo de la ayuda humanitaria, los cocineros también se han organizado y tienen en este español una referencia de primer nivel. Recordemos a los dos cocineros valencianos, Carito Lourenço y Germán Carrizo, que en pandemia pusieron sus fogones al servicio de los sin techo.
Aunque los siete trabajadores ya han sido considerados como héroes por sus propios compañeros, el gobierno israelí ha calificado la muerte como un «grave incidente» sobre el que abrirán una investigación. Daniel Hagari, portavoz del ejército israelí, ha declarado que dicha investigación la realizará una organización denominada 'Mecanismo de investigación y evaluación' con la finalidad de 'reducir el riesgo' de que vuelva a suceder otro acontecimiento de esta naturaleza. Las dimensiones de lo sucedido tienen tal magnitud que además de este portavoz, ha tenido que ser el propio Netanyahu quien ha pedido perdón al cocinero español. Incluso el propio Biden y el resto de líderes internacionales que compartían nacionalidad con estos trabajadores, han tenido que pedir públicas explicaciones a Netanyahu.
Este acontecimiento cambiará el curso de la guerra en Gaza y abre la lista de los siete errores que se están cometiendo en este campo de batalla. El primero ha sido la aniquilación de estos trabajadores, que ha sido calificada como ataque trágico e involuntario, cuando ya suman más de 196 trabajadores humanitarios muertos. Y eso sin contar más de 100 reporteros sin fronteras a los que les ha sucedido lo mismo, para que no haya testigos de lo sucedido. El segundo error ha sido la ignorancia del principio del 'doble efecto' en actuaciones morales inciertas, lo que también se llama efectos colaterales. El tercero es no distinguir entre el valor y el precio de las personas, todos valemos lo mismo pero el precio que pagará el gobierno israelí por estas muertes será diferente. El cuarto es ignorar el papel de la Acción humanitaria en los conflictos internacionales y el impacto en sus respectivas opiniones públicas, lo que añade un quinto error en los cálculos electorales, tanto para Netanyahu como para Biden. Seis, atribuir a los malos cálculos en la cadena de mando (obediencia debida).Y siete, plantearlo como mancha de drones neutros en guerras quirúrgicas y algorítmicas.
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