La vieja bolsa y la nueva vida
AGUSTÍN DOMINGO MORATALLA
Viernes, 31 de enero 2025, 23:42
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AGUSTÍN DOMINGO MORATALLA
Viernes, 31 de enero 2025, 23:42
Esta semana han saltado las alarmas en la economía mundial cuando la empresa china 'DeepSeek', que elabora procesadores para la IA, ha irrumpido en Wall ... Street. Ha lanzado un órdago a las empresas de Silicon Valley, provocando inicialmente una pérdida de 600.000 millones de euros a su competidora directa, la norteamericana 'Nvidia'. Ofreciendo algoritmos de inteligencia generativa un 90% más baratos que su competidora, esta empresa china ha empezado a tomar posiciones en las bolsas y lanza un mensaje, no sólo a los ahorradores e inversores, sino al conjunto de la sociedad. Por si alguien tenía dudas, la estabilidad de los mercados y la posibilidad de que no se repita la dramática crisis bursátil de 1929 dependerá del mercado de la IA.
Este movimiento de piezas en el tablero de la economía se ha producido pocas horas después de que Trump tomara posesión. Este golpe no se puede entender sin el protagonismo que las grandes empresas americanas implicadas directamente en la producción, gestión y utilización de los algoritmos de la IA tienen en todas las cadenas de suministro, distribución y seguridad de bienes o materias primas. Desde Google y Meta, hasta Amazon y OpenAI, pasando por Microsoft, se anuncian nuevos tiempos. Tiempos que están afectando a los mercados y las sociedades porque la digitalización no supone cambios instrumentales o técnicos, sino políticos, metafísicos, culturales y existenciales. Incluso teológicos, porque la Ciberteología está ganando posiciones para descifrar las complejas relaciones trinitarias, la naturaleza estructura comunicativa del alma o los encuentros de la razón con la fe.
No hace falta detenerse en las biotecnologías o seguridad, quienes se dediquen a la comunicación social, la salud o la educación estarán comprobando que estos cambios afectan a las bases neuronales del conocimiento, es decir, la percepción, imaginación, memoria y ordenación del sentido de la vida. Asistimos a una metamorfosis en la atención sin precedentes. Todas las patologías que están generando las pantallas están incidiendo en la fragilidad y la vulnerabilidad de la voluntad humana, desde la 'Apnea de whatsap' hasta el 'síndrome FOMO' ('fear of missing out', miedo a perderse algo nuevo), la digitalización va dirigida a la atención, a estimular la dopamina de nuestro cerebro para (entre/a)-tenernos, emborracharnos, engancharnos y tecnoseducirnos con las valiosas utilidades digitales. La aparición exponencial de nuevos problemas de salud mental, la vulnerabilidad de la voluntad y el poco interés que la nueva economía tiene por la conciencia, la virtud o los hábitos del corazón muestran la estrecha relación que siguen teniendo las viejas bolsas con las nuevas vidas.
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