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EFE

Las loterías y las herencias en Azud

Los delitos de blanqueo suelen terminar con la explicación de un premio de azar (Corbín) o una herencia (Rubio)

ALBERTO RALLO

Viernes, 14 de abril 2023, 00:24

Los datos. No se trata de cuestionar la veracidad de un relato sino de destacar los elementos comunes que, más pronto que tarde, terminan apareciendo en algunas declaraciones de casos de corrupción cuando se rastrean delitos de blanqueo de capitales. La pasada semana, las ... tres hijas del cuñado de Rita Barberá, José María Corbín, acudieron a declarar a Instrucción 13, el juzgado que trata de sobrevivir a lo caótico de una macrocausa, en este caso, Azud. Las tres justificaron las compras de sus viviendas, alguna de protección oficial, con un premio de lotería que había cobrado -la elección del verbo no es casual- su padre. Ese dinero, unos 360.000 euros, según concretó una de las descendientes, tras diversos avatares económico financieros, dio para acometer la inversión en inmobiliario. Esta tradición, la del recurso a la lotería, ha sido habitual en el panorama político. Carlos Fabra resulta quizá el personaje más afortunado. Rivaliza también con Juan Antonio Roca, el cabecilla de aquel caso Malaya, hoy ya patrimonio de las hemerotecas. Eran otros tiempos, cierto. Ahora resulta más complicado el blanqueo porque conviene recordar que Hacienda se queda el 20% de los premios de más de 2.500 euros. Por los demás aspectos de la declaración, lo previsible. Todas las hijas se desvincularon de la gestión directa del despacho y sólo una, Rita Corbín, explicó que trabajaba para la mercantil. Pero, en ningún caso, se encargaba de la dirección. La comparecencia se produjo en un momento clave para la familia. Las hijas tratarán ahora de lograr el archivo al argumentar que los aspectos investigados pertenecen al dominio de su padre. Habrá que esperar a ver qué hace la Fiscalía. Más morbo tendrá, en cambio, el papel del PP, nueva y flamante acusación popular. Cualquier posición que adopte será llamativa. Incluso el silencio.

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Y cuando no son los premios de lotería, aparecen las herencias. El otro discurso explicativo ante sospechas de un capital oculto. Esta es la tesis que maneja Rafa Rubio y que desde el principio conoce su entorno para explicar la procedencia de aquellos ingresos periódicos que se anotaban en sus cuentas. La Fiscalía Anticorrupción sostiene que ese dinero procede de una comisión de Jaime Febrer por no oponerse a sus negocios urbanísticos desde el Consistorio. Rubio, exsubdelegado del Gobierno, ha explicado a algunos compañeros que esto procede de una herencia que recibió su familia y que paulatinamente se reintegraba en las cuentas. La primera opción tiene, sin duda, una ventaja: sólo eres un hombre afortunado. La segunda, en cambio, añade un dato negativo. Aunque no seas un corrupto sí fuiste un defraudador.

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