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Socialdemocracia o barbarie
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El discurso amenazante de Trump ofrece a Sánchez un terreno propicio para la guerra ideológicaEl diluvio de mensajes de la nueva Administración Trump en todos los ámbitos ha dado una sacudida al tablero político mundial que va a tener ... consecuencias en múltiples ámbitos. La exhibición de discursos claramente reaccionarios y lo impúdicas y obscenas que están resultando determinadas iniciativas se unen a las continuas amenazas arancelarias que han puesto a la UE en el centro de la diana. Por si fuera poco, el anuncio de concesiones políticas a Vladímir Putin para zanjar la guerra de Ucrania que ha anticipado el trumpismo dejan en evidencia el papel de los estados europeos hasta la desvergüenza.
España no es una isla en este convulso contexto, El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó ayer el congreso de los socialistas vascos para exigir a Alberto Núñez Feijóo que rompa con cualquier pacto con Vox y con la ultraderecha «que quiera romper Europa y los valores de la diversidad, la igualdad y el pluralismo». Parece una evidencia que si las advertencias de Trump se cumplen, los europeos vamos a sufrir sus efectos de forma severa. Luego veremos si la respuesta que hay que dar es la adecuada, si hace falta una voz más enérgica o si es mejor amortiguar primero el golpe y después negociar que el impacto sea más asumible. Lo que sí parece claro es que este ambiente de presión creciente desde el espectro de la derecha más radical y extrema va a generar también una reacción de miedo e incertidumbre en mucha gente. El autoritarismo rampante puede percibirse como un peligro por una amplia capa de la sociedad que no está dispuesto a sacrificar los valores sobre los que se construyó Europa y un modelo social asentado, con sus problemas. A Sánchez, el discurso de Trump le ofrece una enorme cobertura ideológica para explotar el sentimiento de rechazo.
La cruz de la semana para el Gobierno tiene que ver con el problema de comunicación política que ha proyectado en relación a la tributación del Salario Mínimo Interprofesional. La falta de coordinación entre Hacienda y Trabajo ha sido un dislate en el que nadie gana, aunque de entrada parece que la vicepresidenta Yolanda Díaz se ha apuntado un tanto en el terreno de la opinión de la izquierda. Con independencia de lo argumentos técnicos que se han aireado, da la impresión de que el PSOE ha perdido la batalla política de la comunicación en este asunto. Que los más ricos paguen más que los más pobres es un mantra afianzado profundamente en el imaginario progresista contra el que es imposible combatir por mucho voluntarismo que le ponga la ministra portavoz, Pilar Alegría, a la hora de emprender una cruzada ideológica por la pedagogía fiscal de la progresividad o por mucha obsesión por colgarse la medalla de la ministra de Trabajo en su empeño por salvar a Sumar del naufragio. Gol en propia puerta de los socialistas que debilita la coalición en un momento muy beligerante en ciertos sectores conservadores.
Resulta una seria torpeza que uno de los avances de los que el Ejecutivo puede exhibir orgulloso, como es el de la subida del SMI en los últimos siete años, se vea eclipsada por este enfrentamiento tan innecesario entre los socios. Si se perpetúa la crisis entre el PSOE y Sumar, no se permitirá a la izquierda ofrecer un proyecto atractivo. El PSOE tiene que ser plenamente consciente de que la única alternativa que tiene para mantener el poder será con el apoyo de los grupos que se encuentren a su izquierda, aunque le genere un constante quebradero de cabeza cada vez que necesita pactar los temas sensibles. El divorcio, retransmitido en directo en la comparecencia pública tras el Consejo de Ministros, erosiona la estrategia de Sánchez en un momento en el que éste necesita mantener mensajes de optimismo y de confianza aunque solo sea como manual psicológico para eludir las derrotas. Pues todo lo contrario, en vez de ofrecer una imagen de cohesión y fuerza, se proyecta división. Y cuando la contrarreforma de populismo extremista que está a la vuelta de la esquina le ofrece un espacio social y político para recuperar la mayoría.
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