Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia y deja 18 atendidos por humo

El Conseguidor, que así lo llamaban, hizo carrera en la televisión de los setenta. Vestía extravagante, mixtura entre Blancanieves, el sombrerero de Alicia y los andrajos de un señor Barragán sin lamparones. Chistera alta con pluma y flor de papel, pañuelo al cuello enlazado como ... para regalo, capa roja, tirantes, pantalones avejentados a cuadros, y bajo la estrafalaria estampa el actor Julio Riscal cumpliendo los deseos que la audiencia le pedía por carta, ora conocer a Curro Jiménez, ora deslumbrar a España con un numerito de magia. Todo ello en el impagable escaparate que la dictadura de los dos canales consignaba al programa 'Fantástico', entre las entrevistas de Íñigo y el trikitriki del Demis Roussos de turno. Me pregunto qué habría tenido que hacer hoy aquel bohemio para captar nuestra atención frente a este tropel de imitadores, políticos ilusionistas capaces de convertir en duros cuatro pesetas con tal de colgar una nueva promesa del tendedero electoral. No te arrendaría la ganancia, Conseguidor, a cinco días como estamos del advenimiento de un nuevo mundo, porque lo del 28-M es premio seguro. ¿Que gana el PSPV? Toma nota; hacían falta tres botánicos para ver germinar Valencia. De entrada nos acostaremos antes, pues el súper cerrará a las ocho. Sólo es cuestión de tiempo que el McDonald's obtenga la certificación de 'after hour' y la tele recupere la carta de ajuste. Las familias con dos hijos se considerarán numerosas -si ya lo decía el refranero, tres son multitud-. El gasto médico desgravará; los jóvenes aprenderán inglés becados en el extranjero; de rápido que irá, el autobús urbano volará bajo; el Cabanyal parecerá un cuento de hadas; nos aguarda el pleno empleo; cuidaremos la Albufera que ni Tonet y Neleta... ¿Y si el escrutinio sonríe al PP? Olvida entonces los desvelos por el agua, el corredor mediterráneo o la infrafinanciación. Caerán los impuestos y tendremos una capital segura, limpia y sin ratas. Colón pasará de jeroglífico a calle, se vigorizará el transporte público, podremos nuevamente aparcar y hasta Gulliver tendrá su galeón. El segundo, que el astillero municipal está generoso y ya la preparaba otro en Nazaret. De vencer Compromís..., que viva la 'ribolución' de nuestro Emiliano Zapata, ocho años en el cargo y aún no sabe que él es el sistema. Corredores verdes, alquileres por los suelos, ni al pueblo le faltarán psicólogos ni a los niños dentista gratis ni a las mascotas cementerio, y cuando Lorenzo apriete, entrada libre en las piscinas. Incluso si el viaje por el multiverso lleva a un destino donde no existe lo imposible, nuestra arcadia seguirá incólume. ¿Gobierna Podemos? Transporte público por la patilla y justicia social. ¿Ciudadanos? Papá no paga el bus para llevar al nene al cole. ¿Vox? Despertaremos cada mañana ebrios de valencianía, pero con orden, lo que mi amigo Bernabé llama un pedete lúcido. Y más españoles que Marujita Díaz. Medio siglo después, la aguja arranca al viejo vinilo aquella melodía entonada con voz torrebrunesca. «Yo soy el Conseguidor que da la felicidad, y quiero que la ilusión se convierta en realidad». El tiempo no te hace justicia, Julio, y eso que todavía nos queda abrir el sobre sorpresa de Sánchez por Navidad. Estos te mandan al paro. Entre tanto zahorí del bienestar, mejor dedícate a vender seguros.

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