Si te dicen que la niña de Ana Obregón, nacida por gestación subrogada, es su nieta, es decir que es hija del fallecido Aless Lequio, nadie daría credibilidad al asunto y bien pudiera ser una información fraudulenta creada por IA (inteligencia artificial). Si lo lees ... con tus propios ojos en la portada de un diario serio como LAS PROVINCIAS, la noticia adquiere credibilidad.
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La inteligencia artificial es una tecnología que está transformando rápidamente la forma en que vivimos y trabajamos. Desde el aprendizaje automático hasta el procesamiento del lenguaje natural y la robótica, la IA se está utilizando en una amplia variedad de aplicaciones, desde la atención médica hasta la banca y la industria manufacturera.
Sin embargo, con la creciente adopción de la IA surgen también nuevas preocupaciones. Una de las principales es el fraude de la IA, que a medida que se vuelve más aumentada, también se vuelve más difícil de detectar.
El fraude de la IA se refiere al uso malintencionado para lograr un beneficio indebido como, 1) la suplantación de identidad imitando a una persona o entidad legítima con el fin de engañar a otras personas, 2) la manipulación de datos con el fin de obtener un resultado deseado, como inflar las ganancias de una empresa o manipular los resultados de una encuesta o 3) la creación de contenido falso como noticias falsas, con el fin de engañar a las personas. Y a medida que la IA se vuelva más avanzada, es probable que surjan nuevas formas de fraude.
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El fraude de la IA puede tener graves consecuencias financieras. Si una empresa utiliza la IA para inflar sus ganancias, los inversores pueden ser engañados para invertir en la empresa y luego perder su dinero cuando se descubre el fraude. Si se descubre que una empresa ha utilizado la IA para manipular los datos, puede enfrentarse a cargos criminales o demandas civiles.
A nivel de privacidad y seguridad de las personas, si se utiliza la IA para suplantar la identidad de alguien, se puede obtener información personal o financiera que se puede utilizar para cometer fraudes adicionales.
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En resumen, si la gente pierde la confianza en la capacidad de la IA para ser utilizada de manera segura y ética, puede limitar el potencial de la tecnología para mejorar nuestras vidas. Una nueva revolución está en marcha y es imparable. El reto sigue siendo el mismo: saber qué es verdad y qué es fraude. Tarea complicada, como saber qué parte de este artículo debiera ir firmado por chat GPT y cuál no, ya que he utilizado la IA para llevar a cabo el experimento. Alucinante.
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