Urgente La Bonoloto de este viernes entrega 432.112,46 euros a un jugador y deja más de 78.000 en la Comunitat

Al iniciar el nuevo curso y la vuelta a la rutina, más de una vez se repite la pregunta de: «¿y el verano, bien?». Malamente ha tenido que ir la cosa para no haber paseado unos días por la playa, que por ahora es gratis, ... si descontamos el coste de la gasolina, de la cañita en el chiringuito, del restaurante o de la nevera si nos la llevamos de casa. Vamos que, quien más o quien menos puede decir que se ha derretido a más de 40 grados, aunque sea una semanita o dos.

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Cada vez es más raro quemar un mes enterito de vacaciones, de manera que muchos prefieren dejar días para puentes, Navidad o Semana Santa.

Este podría ser el relato del común de los mortales, aunque siempre hay excepciones que a todas luces llaman la atención. Es el caso del que hasta hace muy poco fuera alcalde de Valencia, Joan Ribó, nada conocido precisamente por meter horas extras en el Consistorio durante su mandato. Todo lo contrario.

Llegó a ser famoso por su poco compromiso con un cargo que supuestamente requiere dedicación y horas para gestionar la tercera ciudad más importante de España. Era uno de los alcaldes mejor pagados, cobraba más incluso que el propio president de la Generalitat, y no me parece mal siempre y cuando sea merecido. Tampoco fue el caso de Ribó y las últimas elecciones lo enviaron a la oposición para mayor de sus sorpresas.

Repasando las agendas municipales de las últimas semanas, el señor Ribó se incorporó ayer día 13 de septiembre para asistir a la inauguración de la exposición 'El fruit del disseny' en las Naves, organizada por la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana. Su anterior acto en agenda como concejal y portavoz del Grupo Municipal de Compromís data del jueves 3 de agosto para asistir al Festival Sagunt a Escena en el Teatro Romano de Sagunto. Tampoco es que fuera a meter 8 horas de oficina, pero bien.

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Insisto en que ya era conocido en su época de alcalde por salir del Ayuntamiento a las 3 de la tarde y llegar a las 2 a casa, como en el chiste. Que para ganar un sueldo bruto de 88.800 € al año, como que llama la atención que un trabajador 'desaparezca' de su agenda laboral durante un periodo de 41 días.

Si como alcalde no se despeinaba, suponemos que desde la oposición y como portavoz hará lo justo para vivir relajadamente con un sueldo inimaginable para una persona amortizada para su partido y en tiempo de descuento. «Dame pan y llámame tonto» pudiera pensar Ribó, mientras se levanta un sueldo tres veces mayor al que le correspondería como jubilado.

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