La polémica ha tardado en saltar en menos tiempo del que dura Vox en un gobierno. Tras el triunfo de la selección española de fútbol, no son pocos los fantasmas que han aparecido a lo largo del campeonato. Deben creer que nos ponemos la boina ... a rosca al afirmar que la selección de este año es más inclusiva y plural por tener un Nico Williams y un Lamine Yamal en sus filas.

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Creíamos haber superado la época de 'baños para negros', aunque algunos todavía quieren meter ruido político para lo de siempre: desviar la atención de lo verdaderamente importante. Tanto es así que incluso acusan a Carvajal de hacerle la 'cobra' al presidente porque no le saludó con la efusividad que se le supone al momento. A veces uno puede pensar que estamos en un país de retrasados porque el colmo es que se líe parda con el cántico de los chavales haciendo referencia a los ingleses y buscando la sorna con el peñón de Gibraltar.

A ver, somos un país con un carácter que si tenemos una tragedia, estamos al poco tiempo de guasa sacándole punta al asunto. Hemos sido siempre así porque el español está hecho de una pasta especial. ¿Qué esperan de unos jóvenes (estudiantes) emocionados tras plantar cara a tipos como Kylian Mbappé o Toni Kroos y habérselos merendado?

Lo han vuelto a utilizar como una cortina de humo más para silenciar lo que preocupa. ¿Y Begoña?

El trasfondo y lo que esconden estos días de polémicas son dos asuntos muy graves que tocan la línea de flotación del país y que usted no debe saber: El primero es el asunto de los ERE de Andalucía, donde el gobierno ha logrado que el Tribunal Constitucional haya dado amparo a los acusados y haya anulado parcialmente las penas de prisión en el mayor caso de corrupción de la historia. Y el segundo es el de la mujer del presidente llamada a declarar por asuntos que tampoco quieren que se conozcan, con la novedad de que la propia Universidad Complutense pide al juez que la investigue.

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Si usted lee LAS PROVINCIAS está bien informado porque es un periódico plural, pero pásele esta columna a ese amigo que escucha o lee otros medios que silencian todo esto que sucede, antes de que Sánchez consiga el control de la libertad de prensa de los medios de comunicación, que en ello está.

No perdamos el norte, la chiquillada de «Gibraltar es español» lo han vuelto a utilizar como una cortina de humo más para silenciar lo que preocupa. ¿Y Begoña? ¿Qué es Begoña? No pierda detalle de lo que suceda porque hasta que declare la señora del presidente, el mago Sánchez anunciará que nos saca de la Unión Europea si hace falta. Muy atentos, siéntense y saquen las palomitas.

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