Igual de legítima es la defensa de la vida

Es curioso leer a la mayoría de medios de comunicación publicar con grandes tipografías como «charlas abortistas», lo que de título oficial dice ser «I Jornada en Defensa de la Vida», pero vende mucho más meterse en el jardín antiabortista y de paso atizarle al muñeco.

Ha salido toda la izquierda en manada a poner el grito en el cielo porque «las instituciones no pueden alterar la voluntad de las mujeres en ser o no ser madres y mucho menos con charlas, propias del siglo pasado...» según palabras de Papi Robles, portavoz municipal de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia. Tanto su grupo como el PSOE no parecen estar de acuerdo en que la concejalía de Sanidad y Consumo, dirigida por Vox, celebrara esta jornada ante estudiantes de un colegio. Que entre los ponentes estuviera Carlos Flores Juberías, al que le recuerdan constantemente que fue condenado por violencia de género, no creo que justifique la protesta por la charla, más bien parece un motivo al que agarrarse para mostrar el desacuerdo con la «I Jornada en Defensa de la Vida».

Vaya por delante que siempre estaré a favor de la vida y de la defensa del más débil, sea un niño inocente en Gaza o de un bebé en el vientre de su madre. Porque circunstancias en la vida hay muchas y planteamientos otros tantos, tan válidos los de unos como los de otros. ¿O es que no es lícita la defensa de la vida de un no nacido?

Para la izquierda sería bueno acostumbrarse a salir del pensamiento único y avanzar en la capacidad de escucha de otros puntos de vista sin que sean tachados directamente de fascistas, retrógrados o franquistas.

Pretenden en Compromís denunciar la jornada por vulnerar la Ley de Salud sexual y reproductiva. Sería mucho más interesante y productivo hacerse mirar la Salud mental porque esos sarpullidos que les brota a la izquierda cada vez que no siguen su línea ideológica no deben ser nada sanos.