No es una pérdida de tiempo el recordar de vez en cuando que quienes nos gobiernan en España nos necesitan lo más ignorantes posible: cuanto más burros, mejor. El último informe PISA confirma esa tendencia deseada por quienes dicen vender progreso y acaba siendo ruina. ... La última edición de este informe constata que los alumnos flojean en Matemáticas y Lengua. Poco me parece cuando sin ir muy lejos, en el Instituto de La Safor, un alumno de segundo de la ESO le plantó cara a su profesor al solicitarle que se sentara de forma adecuada y que atendiera a la clase. Ni corto ni perezoso, el alumno se levantó, le dio un puñetazo rompiéndole las gafas y le escupió ante toda la clase para rematar la faena. En las casas de desgraciados como éste, que se pasan por el forro la autoridad del profesorado en el colegio, habría que hacer también un chequeo mental a sus padres o tutores. No olvidemos que en casa se educa y en el colegio se enseña.
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Poco se habla de la indefensión de los colegios ante tanto cambio de modelos educativos, sin ir más lejos Sánchez nos presenta el refuerzo en Matemáticas pero aplicando un enfoque más «socioafectivo y práctico de la materia». Esta última ocurrencia para combatir el nivel educativo de las generaciones venideras no sirve de nada, que es lo que realmente persiguen.
El conseller de Educación valenciano, José Antonio Rovira, todavía no acaba de entender lo de las «Matemáticas afectivas». Y yo tampoco. No me imagino al profe de 'mates' dando las tablas de multiplicar con cariño y amor. ¿Habrá que pasar suavemente la mano por el lomo? No hay límites en la irracionalidad de las políticas de Sánchez.
Ser progresista es prometer hasta meter, es proclamar la libertad a los cuatro vientos siempre y cuando ellos tengan la sartén por el mango, es subir los sueldos sin contar con quien los paga o pretender imponer el sueldo del empresario que arriesga y se juega su dinero. En aras de la libertad, la diversidad y el populismo, el progresista decide todo lo que sea de su interés modificando las leyes si es menester.
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Vivimos años en los que se hace palpable que lo más importante para Sánchez no es gobernar para el bienestar de su pueblo, sino para el mantenimiento de su persona en el poder.
Hoy son las Matemáticas afectivas, mañana serán los cheque-viajes para gallegos que hayan cumplido los 18 años el día de las elecciones autonómicas. Solo nos queda la esperanza de estar informados y de no creernos todo lo que nos cuentan, porque es mentira.
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