Somos la resistencia

Para ser como el Real Madrid o intentar llegar al mismo nivel solo cabe fichar a los mejores y en este símil, permítanme que les diga que la derecha española cojea. En sus filas cuentan con bastantes cojos, por lo menos en el departamento de «estrategia», si es que existe, mientras la izquierda prepara jugadas y marca goles como éste último que muchos creían intuir, pero ninguno pudo ver.

Gol por toda la escuadra de Sánchez tras cinco días metido en casa. ¿Vería Netflix?, ¿haría bizcochos? Da para una miniserie en el futuro. El caso es que salió compungido para comunicarnos que se quedaba a solventar el problema que él mismo había creado. Obra maestra, un genio sin precedentes, admitámoslo. Pero es que lo mejor vino después con su paseo por los medios de comunicación afines, con entrevistas-masaje y momentos babosos con auténticas arcadas periodísticas.

Sánchez no estuvo solo en el día después. Toda la izquierda en mayor o menor medida salió a celebrar la decisión de su líder para que quedara claro que sin Sánchez la democracia está en peligro. Ahí entra ya el discurso de los bulos, los fachas y todo el manual del perfecto progresista.

¿Dónde estaba entonces la derecha? Feijóo debía estar recogiendo el balón de dentro de la red y a Ayuso la escuché con Herrera en la Cope. Poco más que contar. Un buen líder se rodea de los mejores, por éso llega a ser un buen líder. Lanzo algunas preguntas: ¿Quién forma el equipo de Feijóo?¿Cuentan con estrategas capaces de marcar goles en un futuro?¿Existe un departamento de 'estrategia' como tal?

Somos la Resistencia del periodista Michael Donovan en la serie de 'V la Invasión Extraterrestre' cuando descubre que los extraterrestres son reptiles bajo su disfraz humanoide con ciertas preferencias a comer aves o roedores, como en la famosa secuencia de Diana zampándose aquel ratón. Somos la Resistencia de la líder John Connor luchando contra Skynet en la película de Terminator. No confundan la Resistencia de Broncano, porque ni ésa ha soportado las garras del sanchismo con millones de euros de nuestro bolsillo, para combatir las voces disidentes. No se lo tomen a broma, esto no es ficción, hemos quedado para ser la auténtica resistencia.