La 'Araña infernal' y los silbatos protagonizan un disparo de lo más original

Para escribir la columnita de esta semana me he tenido que papear la «entrevista biográfica de Montserrat Roig a l'espai Personatges a Vicent Andrés ... i Estellés» de casi tres cuartos de hora emitida por TVE en 1977. No, esto no está pagado. La inmensa mayoría no conocemos en profundidad ni la obra ni la personalidad del burjasotense, pues éste es uno de esos personajes que rozan epidérmicamente la existencia adolescente de los valencianos que discurre entre las paredes de los institutos de secundaria, para luego caer en el más absoluto olvido. Como no soy crítico literario, no entraré en consideraciones técnicas sobre su obra, pero sí en la exposición de un dato incontestable: ninguno de los artistas que derrocharon su talento en la construcción de los países catalanes desde Valencia, club al que pertenece Estellés, ha alcanzado una relevancia significativa más allá de en los círculos restringidos de la fe sucursalista y en la intelectualidad nacionalista catalana, pero en esta última como un fenómeno folclórico, exótico y colorista: Hortelans que conten com se fan una gayola mentres miren a una chica jove des d'una finestra. Asquito. Pero volviendo a la entrevista, el hijo del panadero -los orígenes humildes son muy importantes- no se muestra como una persona especialmente carismática y redunda con sus sucesivas respuestas en esa característica tan propia de los catalanistas valencianos primigenios: la sumisión lingüística y filosófica al interlocutor catalán al que, no tan íntimamente, consideran superior. Qué patético resulta un valencianohablante que introduce a la fuerza en su vocabulario los «amb», «aquest», «avi» o «ens» que se nota que no ha dicho en su vida. Y sus arrepentimientos y justificaciones pueriles como la de haber trabajado «per la seguretat d'un sou» en LAS PROVINCIAS o porfiando que sus primeras lecturas infantiles, provisionadas por un vecino suyo de Burjasot, fueron en «catalán» y nunca, jamás, never in the life en castellano. Debe ser por la falta de fuerza y atractivo del propio Estellés o de los otros santones del pancatalanismo como Fuster o el olvidadizo Sanchis Guarner, que pese a la chapa que nos llevan dando más de medio siglo sobre su magna, excelsa y soberbia obra no terminan de calar en la sociedad. A ver si se inventan un superhéroe cuatribarrado musculoso, con el mentón cuadrado y pendenciero a lo Lope y al menos nos divertimos más, porque vaya panda de muermos y fofotriles. Gustos raros que se extinguirían por sí solos si no fuera porque el PPCV, que vuelve a gobernar, sigue empeñado en insuflarles vida con MI dinero. ¿Cómo era eso de que habíamos votado cambio?

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