Borrar
Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia y deja 18 atendidos por humo

Apocalypto

La leyenda negra es una herramienta que ya escapó del control de los que la crearon

Martes, 1 de octubre 2024, 00:36

Ya estamos a vueltas con la colonización española de América. Otra vez agitan desde el Nuevo Mundo, y desde la propia España, el espantajo del apocalipsis indígena que no fue tal y del expolio que no se dio. La sombra alargada de la leyenda negra. ... El ex encomendero Bartolomé de las Casas revolviéndose excitada y exageradamente, como todo en él, en su tumba. Qué orgulloso y feliz estaría el taciturno duque de Orange. Nunca habría imaginado, ni en sus mejores sueños, el impacto que alcanzarían sus pasquines sensacionalistas con aquellas ilustraciones imaginadas por algún trastornado. Mucho menos que se convertirían en fuente de una historiografía pretendidamente seria. Pero la leyenda negra, más que un suceso histórico lineal, es una herramienta política que ya escapó del control de los que la crearon. Igual te sirve para desviar la atención de tus planes antidemocráticos para con la Justicia, como los de López Obrador y Sheinbaum, como para intentar implantar un sistema comunistoide con la excusa redencionista, o para avanzar hacia la independencia de una taifa española. No, no es cierto que en Iberoamérica impere el odio a lo español, aunque sí lo es que este sentimiento va en aumento, espoleado por el castrocomunismo que ve en el indigenismo un aliado estratégico y un elemento de validación. La Internacional Comunista trabó hace mucho tiempo una alianza con los movimientos de liberación nacional como la ETA o el IRA con el objetivo de debilitar desde dentro a las democracias liberales. ¿Alguna vez han creído que los Pablo Iglesias de turno rezongaban en las herrikotabernas convencidos de aquello del RH positivo y de la relación ancestral y mística de los vascos con las raíces de los nogales y los líquenes que tapizan las piedras de los bosques a las faldas del Gorbea? Pues no. El sentimiento anti español se concentra sobre todo en Perú y Méjico. No es casualidad, antaño fueron los centros políticos de los más potentes virreinatos de la América española. Sin embargo, la soberbia propia del gigante venido a menos no sería una explicación completa al movimiento antihispano. Es en el caso mejicano donde más claramente se pueden dilucidar las auténticas causas. Las élites promotoras de la independencia, y las surgidas tras ella, enarbolaron la bandera de los «pueblos originarios» que, en realidad, despreciaban profundamente, para legitimar su causa soberanista. Posteriormente, no encontraron mejor coartada para su tremebundo fracaso como nación independiente, cuya guinda fue la pérdida del cincuenta y cinco por ciento de su territorio a manos de los yanquis en menos de tres décadas, que en su ascendencia hispana.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Apocalypto