Y si lo dejamos genovés

Cristóbal Colón fue tan buen navegante como mal gobernante. Cuentan que la mismísima reina Isabel I de Castilla le tuvo que parar los pies en su plan de esclavizar a los indígenas que se iba encontrando. También existe mucha documentación que acredita su extrema crueldad ... para con los españoles -refrendó, como máxima autoridad de La Española, la decisión de su hermano Bartolomé de hacer cortar la lengua a una mujer de mala vida que había chismorreado sobre los orígenes humildes de su familia- o de una avaricia desmedida que le llevó a dejar pasar hambre a aquellos sobre los que gobernaba. Los resultados de tan pésima gestión fueron el caos, una sucesión de amotinamientos y, finalmente, la detención del Almirante de la Mar Océana que, encadenado, fue trasladado a la Península Ibérica en 1500. Aunque el gran descubridor disfrutaría aún de una última oportunidad de viajar a América, la cuarta, jamás recuperaría el crédito perdido y la dignidad de gobernador. Sin embargo, el tamaño de su gesta principal ensombrece a cualquier otra circunstancia, por muy negativa que sea ésta. Y va y en los tiempos en los que su figura puede resultar incómoda, aunque antaño fue tan vindicada por unos y por otros, se publica un estudio genético que concluye que el Virrey de las Indias Occidentales podría haber sido valenciano y judeoconverso. En realidad, ésta es una teoría que no es nueva, pero parece que ahora asoma un pie fuera del terreno del puro folclorismo. Ya superada la emoción inicial por lo sugerente de la idea, son las aristas y los aspectos sociológicos del evento lo que más me interesa. Para los italianos, depositarios de la tradición historiográficamente más aceptada, el origen genovés de su héroe nacional o el hecho de que Italia como Estado no existiera en vida de Cristoforo son hechos absolutamente irrelevantes. Contrariamente, para los españoles, el (presunto) nuevo origen regional del personaje se ha convertido en otra excusa de esas para levantar una polémica hasta cierto punto cómica. Así, muchos valencianos se muestran exultantes; otros, levantan con suspicacia una ceja porque saben que se va a terminar proclamando la catalanidad de lo valenciano; y el tercio último de sucursalistas silban y mira hacia arriba porque ellos son muy del Nadaquecelebrar. Por su lado, esos catalanes que llevan tiempo reclamando para sí al marino no saben qué hacer, pues se habría demostrado que un, según ellos, 'catalanohablante' habría sido el que dio a los «genocidas castellanos» un imperio para mayor gloria de España cuando «España no existía». Miren, piénsenlo, y si mejor lo dejamos genovés y aquí paz y después gloria.