Las lágrimas de Andrés

El apellido Guanipa es un apellido de rancio abolengo en Venezuela. A alguien verdaderamente interesado en la política internacional, en concreto en la iberoamericana, sin duda que le sonará. Sin ir más lejos, dos de los miembros de este relevante clan maracaibero, Tomás y Juan ... Pablo, se han destacado durante los últimos años como líderes políticos de la oposición desde el partido Primero Justicia, formación política hermanada con la democracia-cristiana española. La persecución constante para los dos, y el exilio para el primero, han sido el alto precio por mantenerse firmes en la defensa de la libertad de su pueblo. Puedo decir con gran orgullo que otro de los Guanipa, Andrés, importante publicista, promotor de conciertos y ganador de un Grammy Latino en el año 2010 como productor en la categoría de mejor vídeo versión larga por 'Una noche común y sin corriente' del grupo vocal Voz Veis, es mi amigo. Él, que fue el primer jefe de mi mujer allá en la Venezuela de la imperfecta, aunque verdaderamente democrática, IV República que precedió a la llegada de la peste chavista al gobierno, es un grandísimo enamorado de España. Es sorprendente que un profesional dedicado al show business pueda estar tan al tanto de la actualidad española, sobre todo de la política. Este graduado en Comunicación Social por la Universidad del Zulia no se limita a ser un simple observador, sino que es capaz de comprender los entresijos de nuestra política. Créanme si les digo que no resulta tan sencillo para aquellos ciudadanos criados en los modelos presidencialistas tan característicamente americanos llegar a entender cómo demonios un perdedor recurrente como Pedro Sánchez puede estar acumulando, aprovechándose de un sistema parlamentario de representación proporcional e indirecta, y derrota tras derrota, un poder sólo comparable al del franquismo extinguido biológicamente hace casi medio siglo. Sin duda, este maracucho que, empujado por la represión gubernamental tuvo que afincarse en la Florida norteamericana para establecer su centro de operaciones empresariales, comparte la pasión por la política de sus hermanos. Y si a ella se hubiera dedicado, seguro hubiera triunfado gracias a su carisma desbordante. Sin embargo, son sus ojos vidriosos cuando se refiere a la enorme y trágica diáspora venezolana, de la que él mismo forma parte, lo que más me impresiona cuando comparto con él conversación, pues no en vano son el heraldo y la dramática advertencia de que los españoles seremos los siguientes en ser empujados al destierro político y económico si no conseguimos frenar las ansias totalitarias del actual líder del PSOE.