Ideas. Alguna de esas personas que pululan por el Consell y sus alrededores me cuenta que sería importante no sólo reconstruir lo destruido por la DANA sino buscar el modo de poner en marcha algo nuevo. A mí la cabeza no me da para ... tanto, pero no estaría mal que alguien del Consell se parase a pensar si, por ejemplo, tener una factoría como Ford en Almussafes, deseando incrementar su producción para sortear las regulaciones de empleo, y tener decenas de miles de vecinos necesitando vehículos a precios razonables no podría encajarse de algún modo. Que las ayudas de la Generalitat a la factoría puedan reconvertirse en ayudas para todos, para la empresa y para los damnificados. Quizá también podría ponerse en marcha una fórmula como en el caso de la educación para escolares de 0 a 3 años. Si se pudo articular la colaboración público privada para rebajar el coste de las guarderías, habría que ver el modo de trasladar ese modelo para que los profesionales de las reformas y los vecinos con las casas afectadas por la DANA puedan conectarse a través de la Generalitat y mejorar el coste de las obras en los domicilios de los damnificados. En lo que va a tener que aplicarse el Consell de forma urgente es en ampliar las plantillas de trabajadores sociales en los ayuntamientos de los municipios afectados, porque a la cuota ya conocida y computada de personas vulnerables se han sumado ahora muchos más, que están por detectar e incluir en la red de cobertura social.
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Lo de la CHJ, a las urnas. Por lo que veo en las respuestas del Consell ante los interrogantes sobre su gestión de la DANA, aquí lo importante, el nudo gordiano del asunto, es la Confederación Hidrográfica del Jucar. Al parecer, lo que hace la CHJ, dónde estaba su presidente, si se reunieron unos comités por los que ahora se pregunta y que aparecen en una ley de 1988, así como la ejecución del presupuesto de la confederación, los correos electrónicos que envía... todo eso, era y es determinante en una DANA. Siendo la CHJ tan decisiva, tan relevante y teniendo que dar esa entidad tantas explicaciones públicas, por qué a sus responsables se les elige a dedo no se sabe dónde y, además, nadie que se cruce con ellos en la calle sepan quiénes son. Nadie, pero nadie en absoluto. Resulta que la Generalitat estaba atada de pies y manos, ignorante y sin responsabilidad alguna frente a la DANA, que nada sabía ni podía decidir sin la CHJ, cuya acción, reacción o inacción es escrutada de tal modo que, sinceramente, si esas personas y esa entidad son tan importantes, si son los responsables finales, pues abramos las urnas y viva la democracia. Ni alcaldes, ni presidentes de la Generalitat, ni del Gobierno. Votemos a quién dirige la CHJ porque el resto aquí no pinta nada. A santo de qué tanto debate entre candidatos. Estamos eligiendo en las elecciones al jefe del Consell, a los diputados en Les Corts, a los representantes municipales... pero resulta que el importante, sobre el que descansa todo el armazón de las emergencias cuando la vida de los ciudadanos está en peligro es el cuadro dirigente de la CHJ. Desde 2015 no paramos de votar, desfilan unos y otros, llegan nuevos gobernantes y nos ponemos a analizar su actividad, quién entra en el Consell, quién es ministro, cuáles son los pactos de coalición, pagamos coches oficiales y escoltas, dietas de todo tipo, pero no, lo que importa cuando pasa algo importante es la CHJ. La dirige un tal Miguel Polo, que al final parece ser que pinta más que nadie a la hora de tomar decisiones. Y yo sin saberlo y sin poder votarle en las elecciones, aunque es el que de verdad importa.
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