Urgente El PP europeo mantiene en Valencia la cumbre de finales de abril

Hay que saber ganar y perder. El que no sabe hacer lo primer, tampoco suele asumir bien el papel de derrotado. Son dos caras de ... una misma moneda que nos mide, mesura nuestro talante y carácter frente al éxito y el fracaso. Es complicado pensar que alguien generoso en la victoria no lo sea cuando es vencido. Ser generoso o quiere decir ser paternalista, igual que aceptar la derrota no supone ser conformista. Son delgadas las líneas que separan lo correcto y lo incorrecto en muchos ámbitos de la vida. También en lo referente a las victorias y derrotas políticas.

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Durante los últimos ocho años siempre habían ganado los mismos en la Comunitat, la izquierda, y perdía la derecha. Esa estabilidad había impedido observar si, ante la derrota, se producía algún tipo de desajuste.

En este sentido, el talante de Puig está sonando ciertamente desafinado. Tampoco es que Compromís acierte con todas las notas ahora que ha decidido ponerse a tocar con todo su empeño la partitura de la oposición. Ni siquiera el PP y Vox pueden sacar pecho en todo momento. Todos son perfectibles, pero las equivocaciones, los desajustes, también son graduales. Muy errado, poco o medianamente. Lo que ocurre con el líder del PSPV no es que reciba reproches del PP porque los socialistas anuncien su intención de apurar todos los plazos a sabiendas de que lo único que hacen es retrasar lo inevitable. Tampoco es lo más reprochable aquello que desde Compromís se le afea, porque socialistas y nacionalistas deberán pasar un tiempo separados y sin rozarse demasiado para que el rencor de los agravios se enfríe. Lo que demuestra que hay síntomas de indigestión es el acumulado de todo. De las reconvenciones del PP, de Compromís y de militantes y dirigentes de su propio partido. En el seno del PSPV hay malestar por algunas decisiones tomadas por la dirección socialista. Eso se ha publicado en este periódico y en otros. Si organizas una cena de despedida en el Palau y la inmensa mayoría de diputados del PSPV de Alicante no aparecen, algo ocurre ahí. Si se decide que Bravo será la principal autoridad institucional autonómica por su puesto en la Mesa de Les Corts y en el partido tuercen el morro, algo pasa.

Puig ya no es el principal empleador de socialistas en la Comunitat, y eso hace destapar las grietas que habían quedado ocultas en sus años de victoria. El modo de gestionar esas ganancias no debió de ser óptimo cuando no pasa ni un mes de la derrota y ya son tantos los que se manifiestan incómodos frente al modo en que Puig pretende ejercer simultáneamente de senador, diputado autonómico y ensayista.

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