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Porque si lo dice Gómez ya nadie se toma la molestia de darle credibilidad. A los políticos les pasa como a los medios (quizá les ocurre por lo mismo, pero ese es otro tema) y la gente sospecha que les mienten. Como dinamitan todas las ... instituciones que tocan con sus políticas manos, recurren a la UE, Argentina, la ONU, o a Taylor, Brown, Hopkins... ponga un extranjero en su vida. Vox son los más escamados frente a la llegada de forasteros, aunque dan la bienvenida a Milei o a cualquiera que en la UE haga caso a sus dirigentes, ya sea Meloni, Viktor Orban y hasta Putin. Si dice lo que tú, es el presidente de Argentina. Si te ataca, es un tipo que toma «sustancias», según el ministro Puente, que ejerce de pseudoportavoz de Sánchez frente a los pseudomedios y para contrarrestar la 'máquina del fango'. Escuchando a Puente es evidente que la máquina fanguera utiliza una hélice de doble rotación: de derecha a izquierda y de izquierda a derecha.
Si dice lo que tú son personal de la ONU y si te contradice son primos de Podemos. Y suma y sigue. El PP apeló a la UE para señalar a Oltra... y era Dolors Monserrat la que estaba allá en Bruselas con el asunto. El PSPV está muy soliviantado porque los populares votaron en contra del corredor, según dicen, y en el PP replican que ni mucho menos.
El debate político español se ha trasladado a la esfera internacional, como en la Comisión de Venecia, donde se les preguntaba por una ley cuando ni había ley ni nada. Algo parecido a lo de la ONU, que habla de una proposición de ley que aún está por aprobarse en Les Corts. La socialista alemana Birgit Sippel decía el 18 de abril que eso de llevar la ley de amnistía a la UE, muy mal: «No hay precedentes en esta comisión (la de Venecia) de discutir o examinar de esta manera un borrador de ley de otro país». A la pobre Sippel le habrá estallado la cabeza al ver a los de la ONU hablando de una ley autonómica que está, también, por aprobar.
Pero claro, es que pasan dos cosas. Una, que al PP y al PSOE solo les creen sus militantes, y no todos. De hecho, sus votantes les creen en días alternos. Así que se buscan amigos con nombres extranjeros, que eso impresiona. Y la otra cosa que ocurre es que, en realidad, entre populares y socialistas podrían arreglar en un periquete dos problemas acuciantes para la ciudadanía, como es la pérdida salvaje de poder adquisitivo y el asunto de la vivienda. Pero tendrían que ponerse de acuerdo. Mola más reunirse para dialogar, como hicieron el jueves Mazón y Morant. Sería mejor que se reunieran para solucionar, ellos que sí pueden. No necesitan ni a La Haya, ni a la OTAN, ni al Embajador de Australia.
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