En Compromís cada uno está en lo suyo. En su trinchera, que bastante tienen con lo que tienen. Es difícil volver a la oposición. Y ... más difícil aún cuando la coalición no ha digerido el duelo de perder a su líder... ni la líder ha digerido el duelo de perder a la coalición. A veces estas cosas acaban bien y otras acaban en ruptura. Es muy complicado en política lo de adivinar el futuro, pero si algo es bastante probable es que el Compromís de Oltra no es el actual y que el actual tampoco es para Oltra. Deberán hacer un esfuerzo si quieren convivir de nuevo. O decirse adiós. ¿Eso puede pasar? Da la sensación de que la exvicepresidenta tiene ganas de volver, pero no de cualquier manera. Y también parece que la coalición la quiere de vuelta, pero no a cualquier precio, al menos la cúpula actual. Así pues, las posibilidades de entendimiento están ahí, y las de desencuentro también están ahí. ¿Oltra tiene otro sitio donde ir? ¿Tiene que ir a otro sitio? ¿Y si no va a ningún lado más allá de donde está, o un poco por el mismo sitio? Interesante. En política, las cosas parece que no cambian, en líneas generales, pero los casos particulares cambian de modo fulgurante.
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Ahí está Jorge Rodríguez. Se presentó a las últimas elecciones locales, las de mayo de 2023 sin desprenderse del olor del banquillo del caso Alquería. Ganó. A los dos días, 48 horas después, fue declarado inocente. Estaba liberado de los juzgados y, para colmo, tenía la llave de la Diputación de Valencia. Un año más tarde, ahora, encabeza un proyecto político, Unión Municipalista, con muchos partidos de muchos tipos en muchos puntos de la Comunitat. ¿Y si sí? ¿Y si llega a Les Corts? Tremendo, sería.
Una de esas pocas veces que Rodríguez salió de Ontinyent, porque sabe que fuera de su comarca (como los hobbits) hay mucho peligro, y lo hizo público, allá por junio, se fue a comer con Oltra. La exvicepresidenta come con gente muy variada. En algunos casos, con auténticas rarezas. Una situación bien extraña sería que Oltra se sumase al proyecto de Rodríguez, pero todo puede pasar y no todo se debe descartar. Dos políticos despegados personalmente de siglas del pasado se juntan, después de sus respectivos periplos judiciales, y se miran y se preguntan: «¿Y si lo reventamos todo?». Sería tremendo, pongamos, que de repente Oltra se empadronase en Valencia ciudad y acabase liderando una lista de independientes aliada con las que ya están en el mismo barco que Rodríguez, lo que les permitiría tener aún más presencia, por ejemplo, en Diputación, y quizá en Les Corts. Menuda situación. La realidad y la ficción, a veces, son difíciles de diferenciar. Time to time.
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