El futuro del uso público y los deportes en el medio natural

Los clubs de nuestra Federación deportiva llevan generaciones caminando, escalando y corriendo por las montañas y nos hemos ido adaptando a las normativas que ha marcado la Generalitat. Somos un colectivo montañero que estimamos nuestras montañas, ya que es nuestro terreno de práctica deportiva; pero en los últimos años hemos visto cómo desde los poderes públicos no han sabido entender nuestras actividades ni han puesto los medios económicos y humanos suficientes para resolver los problemas que surgen entre los deportes de montaña y la conservación.

La FEMECV forma parte de 14 juntas rectoras de parques naturales, del CAPMA y de la Mesa Forestal y en todos estos años en los que hemos formado parte de estos órganos de participación, nos hemos encontrado con nuevas prohibiciones que en todos los casos no han sido tratados de una forma participativa, real y consensuada con la Federación. En este sentido, desde la Conselleria competente en espacios naturales se nos pide participación en los órganos de parques; pero, a la vez, recibimos un alud de nuevas decisiones de prohibición temporal o especial de la escalada, el senderismo, los barrancos o las carreras por montaña. Y en numerosas ocasiones estas prohibiciones se ejecutan y somos informados a posteriori, o se nos da un plazo de 10 días para alegar, tiempo del todo insuficiente para analizar el impacto o no de nuestros deportes en la flora y fauna.

Hemos pedido la creación en las Juntas rectoras de grupos de trabajo para dialogar sobre la compatibilidad de nuestros deportes de montaña en los parques y la respuesta reciente que hemos tenido es que no se dispone de los recursos humanos para atender estas reuniones y en algunos casos con el agravante de directores que se hacen cargo de 2 e incluso 5 parques a la vez, cuestión que merece una profunda reflexión.

Creemos que desde la Generalitat se debe revisar el modelo de participación ciudadana, ya que cada vez hay más actividades de uso público y deportivo, pero no vemos un interés real en invertir dinero y personal en estos temas de regulación ni en estudios de impacto ambiental y económico. Nuestra Federación no ve claro el rumbo que la Generalitat Valenciana marca de hacia dónde deben ir dirigidos los esfuerzos, que pasan por una Estrategia autonómica del uso público y deportivo en el medio natural y de una profunda revisión consensuada de las normativas que regulan actividades, muchas de ellas obsoletas y con una amplia carga burocrática innecesaria. La nueva ley del deporte ya fija las líneas de hacia dónde deben ir los deportes: en su artículo 2 establece que «el deporte se considera una actividad esencial y que se realiza con objetivos relacionados con la mejora de la condición física o emocional, con la adquisición de hábitos deportivos saludables o con la ocupación activa del tiempo de ocio, realizada en instalaciones o en el medio natural».

Tengamos alturas de miras, y avancemos todos Generalitat, ayuntamientos y Federaciones deportivas hacia un nuevo modelo de gestión y uso público de los deportes de montaña en nuestra Comunidad Valenciana. Conservación y disfrute de los deportes en la naturaleza es posible si nos adaptamos a los nuevos tiempos donde el deporte en el medio rural ordenado es fuente de riqueza, salud, sostenibilidad y seguridad. Y para que esto sea una realidad debe crearse un espacio real para la participación de las entidades que organizamos actividades deportivas en la naturaleza desde hace décadas.