Anuncios sin producto

Imagine una campaña de publicidad de detergentes con amplia difusión y que despierte la ilusión del comprador y que este se dirigiese a comprarlo porque las condiciones de su lanzamiento son muy competitivas.

La decepción sería mayúscula si lo buscase y no existiese en el mercado prueba de su existencia y que el consumidor llegase a la conclusión que ha sido víctima de una broma pesada, o que ha sido «cazado» en su falsa creencia.

Esto que acabo de esbozar no es cierto en términos de mercado. Sin embargo, sí es cierto en política. Se dicen, se anuncian hechos, se adelantan lanzamientos que luego se van diluyendo en el tiempo y que se convierten en promesas vacías.

Los ministros Félix Bolaños y Ernest Urtasun presentaron lo que el Ejecutivo ha bautizado como Plan de Acción por la Democracia.

Un enunciado muy rimbombante. Treinta y una medidas que van desde la creación de un registro de medios a la reforma de las leyes orgánicas del derecho al honor y al derecho a la rectificación; pasando por una revisión en profundidad del Código Penal.

El ministro de Justicia se ha dado tres años, lo que según el Partido Socialista es lo que les queda de gobernar.

Para ello han de contar con los votos que en otras ocasiones les han sido negados. Junts es el partido que ha «roto» la coalición en varias ocasiones dejando perder a un PSOE en minorías. Treinta y una medidas poco claras. Algunas coercitivas.