¿Belén o árbol?

Los medios de comunicación se llenaban de canciones infantiles y aquí en la ciudad de Valencia había colas para ver dos belenes por su tamaño y detalle. El que montaba la entonces Caja de Ahorros y el del Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Hace muchos años que he dejado de ser niño y mis amigos, los que me quedan, también y he asistido a la «entrañable» batalla de superposición de las fiestas navideñas. El Belén ha decaído frente al árbol. Christmas frente a Navidad. Regalos de los Reyes Magos dejados al pie de ese árbol antes de Nochebuena. Hoy parecen lista de boda la de los niños de ahora.

En nuestra plaza del Ayuntamiento se ha «plantado» un enorme árbol que está iluminado. Dicen que es el espíritu de la reconstrucción valenciana frente a la dana maldita. Una demostración vacua para mí.

Hubiera preferido un arbolito y el resto hacia arriba un palo con un enorme cartel que dijese: el resto del árbol es para los damnificados.

Ya sé que son en opiniones y esta batalla la pierdo, porque en la plaza de la Reina ha «brotado» otro árbol.

Está claro y eso para mí se traduce en un tránsito intestinal peculiar. Es como el texto de quienes nos aconsejan comprar o consumir tal o cual fruta exótica. o lo que es lo mismo digo que tiene un efecto digestivo y prebiótico, de ahí que pueda ser de gran ayuda para ir mejor al baño, regular el tránsito intestinal y combatir el estreñimiento.Un buen estado del microbiota es clave. Debo ser un sujeto sensible, antiguo y fuera de época. Para gustos colores. Feliz Navidad.