Las cartas testimonio

Es el caso de la carta que nadie ha escrito, que nadie sabe nada, ni quien es el autor ni donde se aloja la copia gubernamental de ella, según declaró hace días el actual presidente del Gobierno, aspirante a continuar sentado en el «trono» monclovita.

Como ejemplo histórico, pero con autor conocido, tenemos las llamadas «cartas marruecas». Dice D. Emilio Martínez Mata, Universidad de Oviendo: Una buena parte de los problemas textuales que ofrecen las obras de Cadalso se debe a que muchas de ellas, entre las que hay que contar las 'Cartas marruecas' y las 'Noches lúgubres', no pudieron ser publicadas por su autor.

Obtener la licencia de publicar por el militar Cadalso, fue un asunto complejo y de hecho circulan hasta cuatro versiones. Le fue difícil obtener permiso. Héteme aquí que una carta de la trascendencia internacional y nacional como la de Marruecos, ha visto la luz sin licencia alguna y nadie se acuerda.

Me pregunto si en ese caso, y ante la «extraña» desaparición de toda huella, no cabría contratar a un célebre investigador o un personaje como Hércules Poirot.

La carta, de origen desconocido, dice mucho. No se puede difundir sin permiso expreso de quien publicó la exclusiva que la carta acepta el régimen que Marruecos señala para el territorio del Sahara. Ante la falta de memoria del presidente comprendo porque ha nombrado a un íntimo amigo suyo director General de Correos. Ya no es solo carta. Quizás haya olvidado otros asuntos de capital importancia para la gente del común. Le daré el número de mi psiquiatra.