Estoy contento

Contento porque no hablo de política.

-Aclaro que yo no he pasado ese tiempo y me sigo preguntando sobre todo y todos, y se me ha acusado de «cotilla»; yo me defiendo con eso del carnet de periodista que es una llave maestra donde todos son preguntas y a mis deudos infantiles y a mí la curiosidad no nos la ha matado todavía el gato.

Por cierto, nunca sabré porque el gato mata a la curiosidad. Me pasa al contrario que a mi compañera y amiga María José Pou, que le chiflan los animales. Me pasa siempre, se me va el santo al cielo. No he dicho porque estoy contento.

Estoy razonablemente sano, sin entrar en detalles, y vivo en Valencia. Esta es una Comunidad de naranjas y arroces, entre otras cosas. Atentos a esta noticia que yo, que soy de letras, ignoraba.

EL ARROZ CONTIENE ARSENICO. Toma ya.

Sí, es cierto que el arroz puede contener arsénico, aunque la cantidad varía dependiendo de factores como la variedad, el lugar donde se cultivó, y las prácticas agrícolas. El arsénico es un elemento que se halla en el suelo y puede acumularse en los cultivos, incluido el arroz.

«Ostras», «Hala» exclaman uno y una de mis nietos/as. Nada, no pasa nada. Vivimos en Valencia. Ya, afirman. Ahí van unos consejos:

Enjuague el arroz antes de cocinarlo: Lavar el arroz puede ayudar a eliminar parte del arsénico presente en él. Cocine el arroz en abundante agua: Utilizar una proporción alta de agua al cocinar el arroz y luego escurrir el exceso ayuda a reducir los niveles de arsénico.

¡Muerte al veneno!

Todos los domingos paellita familiar ¿No? Nos pasará como a Rasputín. ¿Quién es ese abuelo? Un monje ruso al que quisieron envenenar con arsénico. Lo mataron a tiros. Ahora a jugar... y se fueron.